•  Ya tienes arrugas. ¡Qué vergüenza!... Bueno
    serás abuelita sin ser madrecita.
    Ayer, recordando tu pesar sereno,
    me dio mucha pena tu cara marchita.

     ... ¿Ni siquiera una novela empezada?
    Quizás el idilio que duró un verano,
    hasta que una noche por...

  •  Como otras veces cuando la angustia
    le finge graves cosas hurañas,
    la infeliz dijo, después que el rojo
    vómito tibio mojó la almohada,
    las mismas quejas de febriciente,
    las mismas quejas entrecortadas
    por el delirio, las que ella arroja
    como un detritus de la garganta.
    ...

  • La Biblia nos cuenta sobre Sansón que, la mujer,
    Mientras dormía, cortando su pelo, le quitó todo el poder.
    Así lo cogieron sus enemigos, lo ataron y le sacaron los ojos,
    ¡ Para ver que alma hay en el pecho de un vestido !
    Tú, joven, que lleno de sueños, sigues alguna mujer,
    Mientras la luna, escudo de oro, brilla a través de la aldea,
    Y mancha la sombra...

  • Humanidad pigmea,
    tú que proclamas la verdad y el Cristo,
    mintiendo caridad en cada idea:
    tú que, de orgullo el corazón beodo,
    por mirar a la altura
    te olvidas de que marchas sobre lodo:
    tú que diciendo hermano,
    escupes al gitano y al mendigo
    porque son un mendigo y un gitano:
    Ahí está esa mujer que gime y sufre
    con el dolor inmenso...

  • De histérico una monja padecía

    y ningún mes contaba

    las calendas purpúreas que aguardaba.

    Al convento asistía

    un médico arriscado

    que por su ciencia conoció el estado

    de la joven paciente

    y cuál era el remedio conveniente;

    y con oculta treta,

    en papel reservado

    entrególe a la sor como receta

    cuyo expedito y breve...

  • Mirá, gaucho salvajón,
    que no pierdo la esperanza,
    y no es chanza,
    de hacerte probar qué cosa
    es Tin tin y Refalosa.
    Ahora te diré cómo es:
    escuchá y no te asustés;
    que para ustedes es canto
    más triste que un viernes santo.

    Unitario que agarramos
    lo estiramos;
    o paradito nomás,
    por atrás,...

  • Un confesor gilito

    en opinión de santidad estaba,

    por lo que despachaba

    de penitentes número infinito.

    Además, este padre reverendo

    llevaba en un remiendo

    de su negra pretina

    cosida una reliquia peregrina

    con muchas indulgencias

    que evitaban penosas penitencias

    siempre que con dos dedos la tocaba

    al tiempo de absolver...

  • He renunciado a ti. No era posible.
    Fueron vapores de la fantasía;
    son ficciones que a veces dan a lo inaccesible
    una proximidad de lejanía.

    Yo me quedé mirando cómo el río se iba
    poniendo encinta de la estrella...
    Hundí mis manos locas hacia ella
    y supe que la estrella estaba arriba...

    He renunciado a ti, serenamente,
    como renuncia a...

  • Es grato contemplar la esplendorosa
    Luz que derrama el sol en occidente,
    Y grato respirar el manso ambiente
    De la apacible tarde silenciosa.

    Grato es al alma que feliz olvida
    La amarga realidad de la existencia,
    Del Eterno admirar la omnipotencia
    Y bendecir sus obras sin medida.

    Esos que el astro moribundo envía
    Templados rayos de...

  • ¿Nunca de blanda paz y de consuelo
    gozaré algunas horas? ¡O terrible
    necesidad de amar!... Del Océano
    las arenosas y desnudas playas
    devoradas del sol de medio día
    son imagen terrible, verdadera
    de mi agitado corazón. En vano
    a ellas el padre de la luz envía
    su ardor vivificante, que orna y viste
    de fresca sombra y flores el otero.
    ...