La resolución

¿Nunca de blanda paz y de consuelo gozaré algunas horas? ¡O terrible necesidad de amar!... Del Océano las arenosas y desnudas playas devoradas del sol de medio día son imagen terrible, verdadera de mi agitado corazón. En vano a ellas el padre de la luz envía su ardor vivificante, que orna y viste de fresca sombra y flores el otero. así el amor, del mundo la delicia, es mi tormento fiero. ¿De qué me sirve amar sin ser amado? ¡Ángel consolador, a cuyo lado breves instantes olvide mis penas! Es fuerza huir de ti: tú misma diste la causa... Me estremezco... Alma inocente, ¡Ay! Curar anhelabas las heridas que yo desgarro con furor demente. La furia del amor entró en mi seno, y el amargo dulzor de tus palabras, y el bálsamo feliz tornó veneno. Me hablabas tierna: con afable rostro y con trémulo acento la causa de mi mal saber querías, y la amargura de las penas mías templar con tu amistad. ¡Cuánto mi pecho palpitaba escuchándote!... Perdido a feliz ilusión me abandonaba y de mi amor el mísero secreto entre mis labios trémulos erraba. Alcé al oírte la abatida frente, y te miré con ojos do brillaba la más viva pasión... ¿No me entendiste? ¿No eran bastantes ¡ay! a revelarla Mi turbación, de mi marchito rostro la palidez mortal?... ¡Mujer ingrata, mi delirio cruel te complacía!... ¡Ay! nunca salga de mi ansioso pecho la fatal confesión: si no me amas, moriré de dolor, y si me amases... ¡amarme tú!... Yo tiemblo... Alma divina, ¿Tú amar a este infeliz, que solo puede ofrecerte su llanto y la tibieza de un desecado corazón? ¿Tú, bella más que la luna si en el mar se mira, unirte a los peligros y pesares de este triste mortal?... ¡Damas! —Huyamos de su presencia, donde no me angustie su injuriosa piedad... ¡A Dios! Yo quiero ser inocente y no perderte... Amiga, amiga deliciosa, nunca olvides al mísero Fileno, que a tu dicha sacrifica su amor: él en silencio te adorará, gozándose al mirarte tan feliz como hermosa mas nunca ¡oh Dios! te llamará su esposa.

Collection: 
1823

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Vuela el buque: las playas oscuras a la vista se pierden ya lejos, cual de Febo a los vivos reflejos se disipa confuso vapor. y la vista sin límites corre por el mar a mis ojos abierto, y en el cielo profundo, desierto, reina puro el espléndido sol. Del aliento genial de la brisa nuestras velas...

Dulce memoria de la prenda mía tan grata un tiempo como triste ahora, áureo cabello, misterioso nudo Ven a mi labio. ¡Ay! ven, y enjugue su fervor el llanto en que tus hebras inundó mi hermosa, cuando te daba al infeliz Fileno mísero amante. Lágrimas dulces, de mi amor consuelo, decidme siempre...

Planeta de terror, monstruo del cielo, errante masa de perennes llamas que iluminas e inflamas los desiertos del Éter en tu vuelo; ¿Qué universo lejano al sistema solar ora te envía? ¿Te lanza del Señor, la airada mano a que destruyas en tu curso insano del mundo la armonía? ¿Cuál es tu origen,...

Reina la noche: con silencio grave gira los sueños en el aire vano; cándida, pura, el silencioso llano viste la luna de su luz suave. ¡Hora de paz!... Aquí, do a nadie miro, en esta cumbre, alzado, heme, Señor, del mundo abandonado. ¡Cómo embelesa la quietud augusta de la natura, a la sensible...

Templad mi lira, dádmela, que siento
En mi alma estremecida y agitada
Arder la inspiración. ¡Oh! ¡cuánto tiempo
En tinieblas pasó, sin que mi frente
Brillase con su luz...! Niágara undoso,
Tu sublime terror sólo podría
Tornarme el don divino, que ensañada...