• Oh, musa de mi corazón, amante de los palacios,
    ¿Tendrás tú, cuando Enero suelte sus Bóreas,
    Durante los negros tedios de las nevadas veladas,
    Un tizón para calentar tus dos pies violáceos?

    ¿Reanimarás, pues, tus hombros marmóreos
    En los nocturnos rayos que atraviesan los postigos?
    Sintiendo tu bolsa tan seca como tu paladar,
    ¿Recogerás tú el oro de...

  • LA MUÑECA

    En una noche de Enero
    una niña pordiosera,
    con los pies casi desnudos,
    con las manecitas yertas,
    cubriendo, a modo de manto,
    con su falda la cabeza,
    y sin temor a la lluvia
    que más cada vez arrecia,
    contempla, extasiada y triste
    el...

  • La más bella niña
    de nuestro lugar,
    hoy viuda y sola
    y ayer por casar,
    viendo que sus ojos
    a la guerra van,
    a su madre dice
    que escucha su mal:
    Dexadme llorar,
    orillas del mar.

    Pues me distes, madre,
    en tan tierna edad
    tan corto el placer,
    tan largo el penar,
    y me cautivastes
    de quien hoy...

  • Estatua alegórica según el gusto del Renacimiento
    A Ernest Christophe, Estatuario.

    Contemplemos este tesoro de gracias florentinas;
    En la ondulación de este cuerpo musculoso
    La Elegancia y la Fuerza abundan, hermanas Divinas.
    Esta mujer, trozo verdaderamente milagroso,
    Divinamente robusta, adorablemente delgada,
    Está hecha para reinar...

  • ¡La música frecuentemente me coge como un mar!
    Hacia mi pálida estrella,
    Bajo un techado de brumas o en la vastedad etérea,
    Yo me hago a la vela;

    El pecho saliente y los pulmones hinchados
    Como velamen,
    Yo trepo al lomo de las olas amontonadas
    Que la noche me vela;

    Siento vibrar en mí todas las pasiones
    De un navío que sufre;
    El...

  • La música es el acento
    que el mundo arrobado lanza,
    cuando a dar forma no alcanza
    a su mejor pensamiento:
    de la flor del sentimiento
    es el aroma lozano;
    es del bien más soberano
    presentimiento suave,
    y es todo lo que no cabe
    dentro del lenguaje humano.

    Dichosa tú que su palma
    has llegado a merecer,
    conmoviendo a tu placer...

  • ALEMANA
    Es el rumor de hirviente catarata
    que en los abismos sus cristales quiebra;
    del lúgubre cañón el estampido;
    el sublime fragor de la tormenta;
    el colérico grito de los mares
    «cansados de luchar con sus cadenas»;
    el acerado choque de las armas;
    del bélico clarín la voz guerrera;
    el gigante concierto de los mundos;
    ...

  •  Accede, te lo ruego así. Dejemos
    — mientras se enfría el té que has preparado
    de leer el capítulo empezado:
    amada, cierra el libro y escuchemos...

     Y calla, por favor... Guarda tus finas
    burlas: ten la vergüenza, no imposible,
    de que tu dulce voz...

  • Tu nariz, hermana Clara,
    ya vemos visiblemente
    que parte desde la frente:
    no hay quien sepa dónde para.
    Más puesto que no haya quien,
    por derivación se saca
    que una cosa tan bellaca
    no puede parar en bien

  • ¡QUE triste es ver la nieve
    Cubriendo montes, llanos,
    Florestas y jardines.
    Cornisas y tejados
    Con una blanca sábana
    Cual fúnebre sudario!
    ¡Qué triste es ver los árboles
    Inmóviles, escuálidos,
    Dobladas las aristas
    Con témpanos helados.
    Sin hojas que murmuren,
    Sin balanceos lánguidos,
    Sin aves en sus ramas,
    Sin ramas...