• ¡Solo por fin! Ya no se oye más que el rodar de algunos coches rezagados y derrengados. Por unas horas hemos de poseer el silencio, si no el reposo. ¡Por fin desapareció la tiranía del rostro humano, y ya sólo por mí sufriré!

    ¡Por fin! Ya se me consiente descansar en un baño de tinieblas. Lo primero, doble vuelta al cerrojo. Me parece que esta vuelta de llave ha de aumentar mi soledad y...

  • La España de charanga y pandereta,
    cerrado y sacristía,
    devota de Frascuelo y de María,
    de espíritu burlón y de alma quieta,
    ha de tener su mármol y su día,
    su inefable mañana y su poeta.
    El vano ayer engendrará un mañana
    vacío y ¡por ventura! pasajero.
    Serán un joven lechuzo y tarambana,
    un sayón con hechuras de bolero:
    a la moda...

  • Era una mañana y abril sonreía.
    Frente al horizonte dorado moría
    la luna, muy blanca y opaca; tras ella,
    cual tenue ligera quimera, corría
    la nube que apenas enturbia una estrella.
    ........................................
    Como sonreía la rosa mañana,
    al sol del oriente abrí mi ventana;
    y en mi triste alcoba penetró el oriente
    en canto de...

  • Dios

    ¿A quién, Señor, compararé tu alteza,
    Tu nombre y tu grandeza,
    Si no hay poder que a tu poder iguale?
    ¿Qué imagen buscaré, si toda forma
    Lleva estampado, por divina norma,
    Tu sello soberano?
    ¿Qué carro ascenderá donde tú moras,
    Sublime más que el alto pensamiento?
    ¿La palabra de quién te ha contenido?
    ¿Vives de algún...

  • El tenue resplandor del sol naciente
    poco a poco los cielos ilumina,
    y al fresco soplo de vital ambiente
    va huyendo presurosa la neblina.

    En los árboles húmedos resbalan
    trémulos visos de carmín y de oro,
    y aleteando los pájaros exhalan
    en trino alegre su cantar sonoro.

    La flor, que el aura revolando toca,
    entreabre su pétalo fragante,...

  • Leve cinta de luz brilla en Oriente,
    como la fimbria de oro
    del ropaje del sol resplandeciente;
    y éste es el nuncio de la luz del día.
    El pueblo de las aves que dormía
    en el regazo de callada noche
    rompe el silencio en armonioso coro,
    y un cántico levanta al que infalible
    su cotidiano sol al mundo envía.

    Raya el alba; las sombras que...