• Llegas a mí con garbo presumido,
    tierna y gentil. ¡Cuán vario es el orgullo!
    Ostenta en el león crin y rugido,
    y en la paloma tornasol y arrullo.

    Brillas y triunfas, y a carnal deseo
    cierras la veste con seguro alarde,
    y en el fulgor de tu mirada veo
    sonreír al lucero de la tarde.

    Hay minutos de gracia, que suspenden
    el dolor con alivio...

  • ¿Por qué padeces tan enormes penas?
    ¿Por cuál empresa tan audaz y loca
    de Júpiter las iras desenfrenas,
    y yaces circundado de cadenas
    sobre desnuda solitaria roca?
    ¿A los hijos seguiste de la Tierra
    que, aconsejados por la fiera Diosa,
    al cielo hicieron temeraria guerra,
    y amontonando sierra sobre sierra,
    Pelion alzaron sobre Olimpo y Osa?...

  • Un peán (A pæan)

    I

    ¿Cómo será leído el rito del entierro?

    ¿La solemne canción cantada?

    ¿El réquiem para las más bella muerta,

    que haya muerto tan joven?

    II

    Sus amigos están contemplándola,

    en su vistoso féretro.

    ¡Y lloran! ¡Oh!, deshonrar

    la belleza muerta, con una lágrima!

    III

    ...
  • Cuando al rayar el dia,
    Allá de mi lejana adolescencia,
    El dios de la armonía,
    Que es el dios de la humana inteligencia,
    Su inspiración ardiente
    Vertió en mi corazón, vertió en mi frente;

    Sonó, sonó en mi oido
    De patria y libertad un eco santo
    De insólito sonido;
    La voz del vate, del profeta el canto,
    Que al ruido de tus olas...

  • ¡Es con voz de la Biblia, o verso de Walt Whitman,
    que habría que llegar hasta ti, Cazador!
    Primitivo y moderno, sencillo y complicado,
    con un algo de Washington y cuatro de Nemrod.
    Eres los Estados Unidos,
    eres el futuro invasor
    de la América ingenua que tiene sangre indígena,
    que aún reza a Jesucristo y aún habla en español.

    Eres soberbio y...

  • Aún me parece que en el Cielo santo
    con desusada gloria
    en medio de los ángeles estuve
    a donde de tu canto
    la constante memoria
    de nuevo el alma estremecida sube:
    mas di Rossini, dime
    si propicio querube,
    celeste amigo que tu canto inspira,
    en noche solitaria
    te enseñó el más ardiente y más sublime
    himno que sabe su divina lira...

  • A ese del cabello negro,
    como la nocturna bruma,
    púsole Dios en la pluma,
    luz de sideral destello.

    Cuando de su canto bello
    se oyen ritmos al son,
    los sonidos tropicales
    de las islas de Colón.

    1. Este...
  • I

    Amo tu clara gloria como si fuera mía,
    de Anadiomena engendro y Apolo Musageta,
    nacido en una Lesbos de luz y poesía
    donde las nueve musas ungiéronte poeta.

    Grecia en los astros de oro tu nombre grabaría;
    en ti, el pagano numen renace y se completa;
    mas —con los ojos fijos de Jesús en la meta—
    gozas el pan y el vino de tu melancolía...

  • Señor: No soy un juglar;
    soy un sincero cantor
    del castellano solar.
    Canto el alma popular;
    no tengo nombre, señor.

    Por eso, porque un oscuro,
    porque un sincero es quien canta
    y no un cortesano impuro,
    oiréis el de mi garganta
    canto llano, pobre y duro.

    Más placerá a vuestro oído
    el débil trinar sentido
    del pájaro del...

  • Oh del Señor inmaculada esposa,
    oh de pureza y de virtud modelo,
    tú que la flor más bella y olorosa
    un día fuiste del nativo suelo,
    y hoy eres viva trasplantada rosa
    en los floridos cármenes tel cielo;
    flor que el Eterno con deleite mira
    y cuyo aroma recreado aspira:
    orgullo del moderno continente,
    y de sus pueblos inmortal patrona;
    ...