Madre divina del alado niño,
oye mis ruegos, que jamás oíste
otra tan triste lastimosa pena
como la mía.

Baje tu carro desde el alto Olimpo
entre las nubes del sereno cielo,
rápido vuelo traiga tu querida
blanca paloma....

¡Oh pórticos! ¡Oh mármoles vivientes!
 ¡Oh bosques de Versalles!
¡Sitios más deleitosos y rientes
 Que los Elíseos valles!

Los dioses y los reyes á porfía,
...

 Aquella que nos informa,
 que aunque tres formas vistió,
 no querrá un hombre, y que no
 será de ninguna forma;
 
 pues si bien Plutón de un cuerno
 la llevó por su querida,
 de estos casados la vida
 vino a ser luego un infierno;

 con...

Vé do la gloria te llama,
Y entre el rumor de la fama
 ¡Ay! acuérdate de mí.
Cuando más grato á tu oído
Fuere el popular ruído,
 Aun acuérdate de mí.

...

Poet: Thomas Moore

Si yo he de quererte bien,

vamos a hacer por aquí

aquello que te pedí,

si no se acaba ,el Belén.

Antonio con Pepa hablaba

en su jardín cierto día,

y una cosa le pedía

que Cupido la mandaba;

pero ella se la negaba

con rubor,...

Así cuando el alcázar del Olimpo,
el soberbio Mimante y los Titanes,
hórridos hijos de la dura tierra,
escalar intentaron, y de Atlante
el grave Pelïón agobió el hombro;
cuando cien lanzas blandeó Briareo,
de Encélado la mano poderosa,
arranca...

Cual rosa sobresale entre las flores,
o cual la luna en la mitad del cielo
a las estrellas todas señorea;
cual entre chozas de pajiza aldea
se levanta del suelo
el erguido palacio; así Belisa
abrasando de amor a mil pastores
entre las zagalejas...

¿A qué es puertas y ventanas
clavar con tanto rigor,
si de par en par abiertas
tengo las del corazón?
Así, con su madre a solas
lamenta su reclusión
la bella niña cenceña,
la del quebrado color,
de amargo llanto los ojos,
el pecho lleno de...

Dichoso paisano en quien
con diversísimos modos
se miran los dones todos,
todas las prendas se ven,
perdone si en parabién
de tu carta no te da
algo mi amor, porque ya
cuanto yo darte podía,
que era la voluntad mía,
tú te lo tienes allá....

¡Oh belleza! alto don, rico tesoro,
Precioso bien a la mujer guardado,
Con más vehemencia ansiado
Que el diamante oriental, y más que el oro;
¿Quién te dio ese poder? ¿De quién hubiste
La magia celestial? En donde quiera
Que muestres esa lumbre
Por...