Es fuerza que te diga, caro Olmedo,
 que del dulce solaz destitüido
 de tu tierna amistad, vivir no puedo.
   
    ¡Mal haya ese París tan divertido,
 y todas sus famosas fruslerías,
 que a soledad me tienen reducido!
   
    ¡Mal rayo abrase, amén, sus Tullerías,
 y mala peste en sus teatros haga
 sonar, en vez de amores,...
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  Señor don Antonio D. Lussich Estimado amigo: Al estimularlo a usted al cultivo de ese género tan difícil de nuestra literatura, lo hacía persuadido de que sabría triunfar de todas las dificultades que presenta; vencer todos los escollos, e igualar, sino exeder a los que en esos retratos del gaucho, se han aproximado más al original. He leído sus versos con vivo interés, veo... 
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  Aunque siempre fuí cobarde 
 Contigo, amoroso alarde
 Hacer de un recuerdo quiero:
 Era á mitad de Febrero;
 Era á mitad de una tarde.Con el alma de amor llena, 
 Buscando alivio á la pena
 Que mi corazón traspasa,
 Llamé á tu puerta, Filena,...
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  Buenos Aires, junio 14 de 1872 Señor don José Hernández. Muy distinguido amigo: Durante su último viage a esta, tuve el honor de ser presentado a usted; en una de mis visitas, haciendo referencia a nuestra última compañía, y a los sufrimientos de nuestros soldados, me dijo, que un amigo le había hablado sobre unas producciones que yo había publicado, en el estilo... 
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  ¡Ay, Lizardo querido! 
 si feliz muerte conseguir esperas,
 es justo que advertido,
 pues naciste una vez,
 dos veces mueras.
 Así las plantas, frutos y aves lo hacen:
 dos veces mueren y una sola nacen.Entre catres de armiño 
 tarde y mañana la azucena yace,
 si una vez al cariño
 del aura suave su verdor renace:
 ¡Ay flor marchita! ¡ay...
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  ¡Al fin llegaron... desde el turbio Sena 
 Que la varia y gentil ciudad divide,
 Metrópoli lodosa de Juliano,
 Hasta los montes de Cantabria invicta,
 Último escollo del poder latino!
 ¡Qué dicha, qué placer, cuánto tesoro!
 ¡Gracias, amigos! Ya mi estante oprimen
 Volúmenes sin cuento; ¡qué delicia
 Es recorrer sus animadas hojas!
 ¡Cómo a...
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  Desde el antiguo hogar, donde corrieron, 
 para nunca volver, los dulces años
 de nuestra infancia, donde eterno vive
 vuestro recuerdo, hermanas, arrasados
 en lágrimas mis ojos, os escribo
 palabras, ¡ay! que escucharéis con llanto.¡Todo subsiste como entonces!... Penden 
 aún de la alta pared los viejos cuadros
 de los Santos Doctores, cuyas negras...
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  Vuestro nombre no sé, ni vuestro rostro 
 conozco yo, y os imagino blanca,
 débil como los brotes iniciales,
 pequeña, dulce... Ya ni sé... Divina,
 en vuestros ojos, placidez de lago
 que se abandona al sol y dulcemente
 le absorbe su oro mientras todo calla.
 Y vuestras manos, finas, como aqueste
 dolor, el mío, que se alarga, se alarga,
 y...
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  Montano, cuyo nombre es la primera 
 estrellada señal por do camina
 el sol el cerco oblicuo de la esfera,nombrado así por voluntad divina, 
 para mostrar que en ti comienza Apolo
 la luz de su celeste diciplina:yo soy un hombre desvalido y solo, 
 expuesto al duro hado cual marchita
 hoja al rigor del descortés Eolo;mi vida temporal... 
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  Rosana, tierna hermosura, 
 hechizo y lustre de Lima,
 en su estancia solitaria,
 con mano diestra y prolija,
 mueve la aguja ligera
 por una roja camisa,
 de esas que el insigne nombre,
 deben al héroe de Niza.
 Para su novio la labra
 a quien puro amor la liga,
 artillero que guarnece
 de Junin la batería;
 ya su preciosa tarea...
