• 1.
    Filidor lag in dem Schatten/
    wo der gelbe Pregel-fluß
    durch Prutenens braune Matten
    ziehet seinen leisen Guß/
    da befielen ihn die Grillen
    von der falschen Erotillen.

    ...

  • 1.
    Du liebst mich/ Schaz/ Rosille/
    mehr als dein eigen Herz/
    Mein Wollen ist dein Wille/
    mein Wiedersinn dein Schmerz.

    2.
    ...

  • 1.
    Warum ich nur von Lieben
    die Blätter voll geschrieben/
    warum mein Buch verzärtlet lacht:
    möcht' einer wundernd fragen.
    Drüm wil ich selber sagen
    was mich darzu hat angebracht:
    ...

  • ¡Ah! nunca vienen las desdichas solas:
    siempre la pena sucedió a la pena,
    como del mar las incesantes olas,
    cual los anillos de una gran cadena.
    Flecha tras flecha la Desgracia vibra,
    lazo ninguno su furor respeta,
    y en el sensible corazón no hay fibra
    donde no clave su mortal saeta.
    Y si con pecho de sufrir rendido,
    grita tal vez la...

  • ¿Cómo decía usted, amigo mío?
    ¿Que el amor es un río? No es extraño.
    Es ciertamente un río
    que uniéndose al confluente del desvío,
    va a perderse en el mar del desengaño.

  • 2

    ¿No cesará este rayo que me habita
    el corazón de exasperadas fieras
    y de fraguas coléricas y herreras
    donde el metal más fresco se marchita?

    ¿No cesará esta terca estalactita
    de cultivar sus duras cabelleras
    como espadas y rígidas hogueras
    hacia mi corazón que muge y grita?

    Este rayo ni cesa ni se agota:
    de mí mismo tomó...

  • En un álbum

    Desde que yo salí de Cuba
    dejé de ser trovador,
    cerré mis libros de estudio,
    sentí enmudecer mi voz
    y reventarse las cuerdas
    del arpa y del corazón.
    Pero al hallarme contigo
    en mi senda de dolor,
    vienen al labio los versos
    en...

  • —Ella lo idolatró y Él la adoraba...
    —¿Se casaron al fin?
    —No, señor, Ella se casó con otro
    —¿Y murió de sufrir?
    —No, señor, de un aborto.
    —¿Y Él, el pobre, puso a su vida fin?
    —No, señor, se casó seis meses antes
    del matrimonio de Ella, y es feliz.

  • 1
    Los ciento que dio pasos bella dama,
    los mil que dio suspiros tierno río,
    siendo ella esquiva más que al sol su rama,
    y él, más que el sol amante a su desvío,
    yo cantaré, que amor mi pecho inflama,
    y no de Marte el plomo, cuyo brío
    en el vaciado bronce, resonante,
    venganza es ya de Júpiter tonante.

    ...
  • I
    Sobre negros corceles de granito
    a cuyo paso ensordeció la tierra,
    hollando montes, revolviendo mares,
    al viento el rojo pabellón de guerra
    teñido con la luz de cien volcanes,
    fueron en horas de soberbia loca
    a escalar el Olimpo los Titanes.

    Ya tocaban la cumbre inaccesible
    dispersando nublados y aquilones...