• Era una noche del mes
    de mayo, azul y serena.
    Sobre el agudo ciprés
    brillaba la luna llena,
    iluminando la fuente
    en donde el agua surtía
    sollozando intermitente.
    Sólo la fuente se oía.
    Después, se escuchó el acento
    de un ocultó ruiseñor.
    Quebró una racha de viento
    la curva del surtidor.
    Y una dulce melodía
    ...

  • Ya doce años trascurrieron,
    oh Juana, desde aquel día
    en que contempló la tarde
    nuestra última despedida.
    Y desde entonces, morando
    en tan apartados climas,
    de ti no logro mi oído
    la más remota noticia.
    En vano, en vano a tu patria
    voló mi palabra escrita
    que a tus bellísimas manos
    sin duda no llegaría:
    que un corazón como...

  • Ha muchos años que busco el yermo,
    ha muchos años que vivo triste,
    ha muchos años que estoy enfermo,
    ¡y es por el libro que tú escribiste!

    ¡Oh Kempis, antes de leerte amaba
    la luz, las vegas, el mar Océano;
    mas tú dijiste que todo acaba,
    que todo muere, que todo es vano!

    Antes, llevado de mis antojos,
    besé los labios que al beso invitan...

  •  Así el entero día en largo, incierto
     sueño gimo; mas luego cuando aduna
     la noche las estrellas y la luna,
     frío el aire y de sombras ya cubierto,

     donde el llano es selvoso y más desierto
     lento entonces vagando, una por una,
     palpo las llagas que la vil fortuna
     y Amor y el mundo han en mi pecho abierto.

     Tal vez cansado, apoyo me da un...

  • Aunque de corte innúmera seguido,
    el orgulloso Amor, tu bello hermano,
    contigo aspira a competir en vano:
    es grande, milagroso su poder;
    mas, con poder igual, mayor pureza
    asegura tu triunfo esclarecido,
    que él no rompe los lazos del Sentido
    ni las dulces cadenas del Placer.
    Mas nunca logra en ti, divino afecto,
    el Sentido mezclar impura...

  •  ¡Oh, señora: gentil dama de mis noches,
    ¡oh, señora, mi señora, yo le ruego
    que abandone esa romántica novela:
    orgullosa favorita de sus dedos.

     Que abandone sus historias de aventuras,
    donde hay citas, donde hay dueñas y escuderos
    callejuelas y...

  • Salud, riente Aurora,
    que entre arreboles vienes
    a abrir a un nuevo día
    las puertas del oriente,

    librando de las sombras
    con tu presencia alegre
    al mundo, que en sus grillos
    la ciega noche tiene;

    salud, hija gloriosa
    del rubio sol, perenne
    venero a los mortales
    de alivios y placeres.

    Tú de eternales rosas...

  • I : Con motivo del tratado de enero, una de cuya cláusulas era el saludo simultáneo de las dos banderas

    ¡Oh de mi patria bicolor bandera,
    si en padecer baldón fuiste la sola,
    el mar que le miró, verte debiera
    del cañón saludada la primera,
    y no ¡oh mengua! a la par que la española!
    Doblar la altiva frente a ti debía
    el audaz español, y sólo...

  • Rompe en oriente sus prisiones Eolo,
    Tiende sus alas, y con blando aliento
    Bate en la concha del neptúneo carro
    Lleno de Pompa.

    Siguen su rumbo los tritones, siguen
    Cándidas ninfas sus etéreos pasos
    Liras templando de cristal sonoro
    Dulces sirenas.

    Bajo sus alas el campeón ibero
    Llega a regiones peregrinas donde
    Guarda su gloria y...

  • A la desierta plaza
    conduce un laberinto de callejas.
    A un lado, el viejo paredón sombrío
    de una ruinosa iglesia;
    a otro lado, la tapia blanquecina
    de un huerto de cipreses y palmeras,
    y, frente a mí, la casa,
    y en la casa la reja
    ante el cristal que levemente empaña
    su figurilla plácida y risueña.
    Me apartaré. No quiero
    ...