• Está en el bosque, sonrosada,
    la luna de la madrugada.

    El negro bosque rememora
    lo que miró desde la aurora:

    Se recuerda, temblando, una hoja
    del lobo y Caperuzita Roja;
    del aúreo son del olifante
    del Rey de barbas de diamante
    habla la eufónica espesura
    donde claro eso perdura;
    cuenta el césped que fuera alfombra
    al paso de...

  • Mariposa ebria,
    la tarde,
    giraba sobre nuestras cabezas
    estrechando sus círculos
    de nubes blancas
    hacia el vértice áspero
    de tu boca
    que se abría frente al mar.

    Cielo y tierra
    morían
    en la música verde de las aguas
    que no conocían caminos.

    Retrocedía,
    ahuecada,
    la pared del horizonte
    e iban a echarse a...

  • Ya cantaban los gallos.
    Ya sonaban las campanas
    y él buscábase la frente
    hada la madrugada.
    Sobre calles y suburbios,
    sobre la ciudad toda,
    en un coro de gallos
    levantado y triste,
    él, desasido,
    se buscaba la frente
    hacia la madrugada.

    Y ya en el día
    pudo decir alegre el renacido:
    Oh tierra. Oh nave solitaria,...

  • Sobre oscura losa,
    ojos sin nada
    y de cara al cielo.
    Con un puñal de hielo
    ardiendo en sus entrañas.
    Arriba, el mundo entero.
    El abajo,
    apretado de angustias.
    Sin lágrimas, sin pañuelo,
    ojos sin nada
    y de cara al cielo.

    ¿Quien echó tierra en sus ojos
    y metió en su garganta
    una víbora de miedos?
    Se levantó de...

  • Al verte, sin pensar, se dice ¡Ave María...!
    Y pues es tuyo el reino de la estrella y la rosa
    y está en tu corazón la sacra Poesía
    por gracia de una antigua virtud maravillosa;

    que suenen tiorbas y arpas; y Psalmo y Letanía
    se digan en tu elogio; que la lira y la rosa
    y el ciego ruiseñor, al expirar el día,
    unánimes saluden tu aparición gloriosa....

  • Oigo en la sombra, a veces, una voz que me advierte:
    Poeta, entre tus ruinas, yérguete vencedor:
    deja la flauta débil de tu canción inerte,
    y alza el himno a la vida, al orgullo, al vigor.

    Acalla tu secreto, sé fuerte con la muerte,
    Y oigo otra voz que clama: fuerte como el amor.
    (En mi conciencia íntima no sé cuál es más fuerte,
    si el gesto de la...

  • Voici le masque pour la fête du mensonge.
    HENRY DE REGNIER

    A Francisco Guarderas

    Hermano, si me río de la vida y sus cosas
    notarás en mi risa cierto rezo de angustias,
    sentirás las espinas que hay en todas las rosas,
    comprenderás que casi mis flores están mustias.

    Yo pongo a los cipreses de...

  • Voz

    Te ataré
    a los puños
    como una llama,
    dolor de servir
    a cosas estultas.
    Echaré a correr
    con los puños en alto
    por entre las casas
    de los hombres.

    Hemos dormido, todos,
    demasiado.

    Dormido
    a plena luz
    como las estrellas
    a pleno día.

    Dormido,
    con las lámparas
    a medio encender;
    enfriados...

  •  Como las extraordinarias
    pero irreales doncellas
    que vieron en las estrellas
    las hostias imaginarias
    de sus noches visionarias,
    así tus blancas patenas
    quedarán tan sólo llenas
    de tu gesto de mujer,
    porque hoy no podría hacer
    de segador de azucenas.

    ...

  • Xanto era difícil. En vano los adoradores volcaban copas de amor sobre la frígida blancura de su belleza.

    Nadie supo tocarla, ninguno fue capaz de romper el desprecio que escondía en corteses indiferencias.

    En vano hicieron prodigios de ingenio, nunca la emoción irisó su cutis de pétalo.

    Xanto fue adorada con un pedestal de respetos, y los deseos, tal hiedras impotentes,...