• Un acorde en menor, encogido y lastimero, para resumir todos los dolores humanos e inertes.

    Sauces, magdalenas, lluvias, nubes desflecadas, payasos tétricos, contorsionistas de este valle de lágrimas. Todo lo que cae, lo que declina, lo que concluye.

    Dolores humanos e inertes resumidos por un acorde en menor, encogido, como un caballo destripado, por asta vencedora y que se...

  • Una mirada
                         para abatir al albatros
    Dos miradas
                         para detener el paisaje
                         al borde del río
    Tres miradas
                         para cambiar la niña
                         en volantín
    Cuatro miradas
                         para sujetar el tren que
                         cae en abismo...

  • Brotando lenta, apacible y lenta,
    nacida de las cosas, como un milagro sin prisa
    la noche se estaba ahí, puesta.

    Era un milagro la noche, y era blanca.
    Las cosas todas eran blancas
    y blancas eras las casas de los hombres.

    Cerca, el mar estaba ausente.
    Y por las calles de Malvín
    los amigos cantaban:
    –"El ejército del pueblo
    una tarde...

  • A los que blasfemaron contra el sol; condensador de la tierra. Padre nuestro, generador, que va por las alturas rigiendo fuerzas.

    A los que renegaron de S. M. acompasadora de metodizaciones astrales. Culminador por excelencia.

    A los pequeños que te temen. ¡Oh supersideral!

    Y se inyectaron los rieles de la luna, como un jeringazo de morfina.

    ...
  •  Hoy recibí tu carta. La he leído /
    con asombro, pues dices que regresas,
    y aún de la sorpresa no he salido...
    ¡Hace tanto que vivo sin sorpresas!

     « Que por fin vas a verme .... que tan larga
    fué la separación ...> Te lo aconsejo,
    no vengas,...

  • En mi ostracismo acerbo me alegré esta mañana
    con el encuentro súbito de una hermosa paisana
    que tiene un largo nombre de remota novela:
    la hija del enjuto médico del lugar.
    Antaño íbamos juntos de la casa a la escuela;
    las tardes de los sábados, en infantil asueto,
    por las calles del pueblo solíamos vagar,
    y jugando aprendimos los dos el alfabeto....

  • En esta noche mi reloj jadea
    junto a la sien oscurecida, como
    manzana de revólver que voltea
    bajo el gatillo sin hallar el plomo.

    La luna blanca, inmóvil, lagrimea,
    y es un ojo que apunta... Y siento cómo
    se acuña el gran Misterio en una idea
    hostil y ovoidea, en un bermejo plomo.

    Ah, mano que limita, que amenaza
    tras de todas las...

  • Va a dormirse una luz sobre mi frente
    una luz en el cuarto este que toco
    en el cuarto este de aguas que no bebo
    de hojas mal impresas
    y de estufas calientes.
    Va a dormirse una luz
    una luz que se estira en varias líneas
    que no tiene
    ni boca
    ni estornudos
    ni dedos para pies
    ni pies sin dedos
    sobre mis dientes mordiendo una...

  • De tu pueblo a tu hacienda te llevabas
    la cabellera en libertad y el pecho
    guardado por cien místicas aldabas.

    Metías en el coche los canarios,
    la máquina de Singer, la maceta,
    la canasta de pan... Y en el otoño
    te ibas rezando leguas de rosarios.

    René, el gigante perro del pastor,
    en un galope como si nadara,
    te escoltaba, buscándote la...

  • Para Alfonso Aguirre

    La pena… La melancolía…
    La tarde siniestra y sombría…
    La lluvia implacable y sin fin…
    La pena… La melancolía…
    La vida tan gris y tan ruin.
    ¡La vida, la vida, la vida!
    La negra miseria escondida
    royéndonos sin compasión
    y la pobre juventud perdida
    que ha perdido hasta su corazón.
    ¿Por qué tengo, Señor...