Diciembre de 1919
(Madrid)
La sombra de mi alma
Huye por un ocaso de alfabetos,
Niebla de libros
Y palabras.
¡La sombra de mi alma!
He llegado a la línea donde cesa
La nostalgia,
Y la gota de llanto se trasforma,
Alabastro de espíritu.
(¡La sombra de...
Y pregunté a la mágica sibila:
—¿Un constante recuerdo, un vago aroma
de sueño extinto, de ternura muerta,
como la suave estela de un perfume,
quedará de mi paso por la vida,
entre los hombres?...
Y la Maga dijo:
—Algo menos: la sombra de una lágrima.
Pues que me siento efímero...
Pues que me siento efímero y fugaz, comparable
a la...
Tarde de lluvia en que se agravan
Al par que una íntima tristeza
Un desdén manso de las cosas
Y una emoción sutil y contrita que reza.
Noble delicia desdeñar
Con un desdén que no se mide,
Bajo el equívoco nublado:
Alba que se insinúa, tarde que se despide.
Sólo tú no eres desdeñada,
Pálida que al arrimo de la turbia vidriera,
Tejes...
La cúpula del Escorial, bajo el bautismo
del agresivo sol que irrita, ciega y daña,
es el caparazón de hipocondría y saña
de la inmensa tortuga del catolicismo.
Tartamudea el esquilón en la espadaña...
Guarda el macizo templo que se agobia a sí mismo
el detestable gusto del jesuitismo
sobre el triste panteón de los reyes de España.
... Un...
¡Cucú, cucú! ¿Estás gimiendo,
tórtola del arrozal?
¡Mira que me estás haciendo
con tu cantar, mucho mal!
¡Cucú, cucú! El caserío
se va llenando de calma,
¡Y un naranjo y una palma
se están besando en el río...!
Cantarito que te llenas
con el agua del riachuelo:
¡qué bello es mirar el cielo
bajo las tardes serenas!
Lirio...
De un amor que pasó, como un paisaje
visto del tren, cuando se va de viaje;
de un romance de un mes, en un cobijo
del llano, una mujer me dejó un hijo.
Ella murió, y abrieron una fosa,
y allí metieron el residuo humano,
y una cúpula azul sobre una losa
fue el mausoleo: el cielo sobre el llano.
Y me dejó un pequeño
así de grande y como...
En el rostro anguloso de fiero perfil duro
se enseñorea el aire de su adusta mirada;
parece que viniera de una tierra ignorada,
habla un idioma extraño, sordo, lento y oscuro.
La cabeza inclinada en la cóncava mano,
el cuerpo agazapado en un gesto felino,
sus ojos son los ojos siniestros del Destino
y su boca la puerta de un insondable arcano. ...
Los ojos andan de día en día
Las princesas posan de rama en rama
Como la sangre de los enanos
Que cae igual que todas sobre las hojas
Cuando llega su hora de noche en noche.
Las hojas muertas quieren hablar
Son gemelas de voz dolorida
Son la sangre de las princesas
Y los ojos de rama en rama
Que caen igual que los astros viejos
Con...
Sobre la acera, que el sol escalda,
doblado el cuerpo — la cruz obliga —
lomo imposible, que es una espalda
desprecio y sobra de la fatiga,
pasa la vieja, la inconsolable,
la que es, apenas, un desperdicio
del infortunio, la lamentable
carne cansada de sacrificio. ...
Yo no sé lo que busco; mis anhelos son vagos,
descontento de todo cuanto existe en la vida,
pretendo hallar en vano la forma de los lagos;
y sentir como sienten casi todos los hombres,
y pensar cómo piensan los que llámanse cuerdos,
para de esta manera sepultar los recuerdos,
no tejer esperanzas y olvidar dulces nombres.
Y el dolor, viejo hermano, me...
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