•  Llegaba la noche con tono violento.
    Llorando de miedo la tarde caía,
    y, en hondas y abiertas prisiones, se oía
    correr desbocados los potros del viento

     Tomaba infinito contorno sangriento
    el áspero traje que todo cubría.
    Misterio en un símbolo negro...

  • Y el Alma se asustó
    a las cinco de aquella tarde azul desteñida.
    El labio entre los linos la imploró
    con pucheros de novio para su prometida.

    El Pensamiento, el gran General se ciñó
    de una lanza deicida.
    El Corazón danzaba; más, luego sollozó:
    la bayadera esclava estaba herida?

    Nadal Fueron los tigres que la dan por correr
    a apostarse en...

  • EN MI DOLOR PUSISTEIS...

    En mi dolor pusisteis vuestro cordial consuelo;
    en vuestro hogar mis penas encontraron un nido;
    para mi soledad, vuestras almas han sido
    como dos alas blancas bajo la paz del cielo.

    Dios os pague la sombra que me dio vuestro pecho,
    y el...

  • En province, dans la largueur matutinale
    G. RODENBACK

        Dulzuras maternales de la hora matutina...
    bajo cielos que evocan los caprichos de Goya,
    mueven los frescos árboles su ropa esmeraldina
    que el sol de primavera fastuosamente enjoya...

        Suenan voces de niños... cristales de agua clara...
    ...

  •  Que este verso, que has pedido,
    vaya hacia ti, como enviado
    de algún recuerdo volcado
    en una tierra de olvido...
    para insinuarte al oído
    su agonía más secreta,
    cuando en tus noches, inquieta
    por las memorias, tal vez,
    leas, siquiera una vez,
    las estrofas del poeta.

    ...

  • En un baldío,
    cinco muchachos juegan a la pelota.
    Un hombre pasa.
    Lleva una carretilla. Pasa.
    Un aire suave
    abanica el rostro de la tarde.
    A lo lejos, allá...
    los palacios del Centro
    muestran su espalda al Sol.
    La tarde se va.
    Lleva un aire de doncella defraudada.

    En un baldío,
    cinco muchachos juegan a la pelota.
    ...

  • Por los cuadros de santos en el muro colgados
    mis pupilas, arrastran un ¡ay! de anochecer;
    y én un temblor de fiebre, con los brazos cruzados,
    mi ser recibe vaga visita del Noser:

    Una mosca llorona en los muebles cansados
    yo no sé qué leyenda fatal quiere verter:
    una ilusión de Orientes que fugan asaltados;
    un nido azul de alondras que mueren al...

  • Enciende tu lámpara, alma mía,
    que la noche ha llegado
    pensativa y sombría,
    y al borde de la vida se ha sentado.

    Tiene el rostro cansado y ruinoso,
    fue largo el sendero recorrido;
    Sendero pavoroso
    que dejara el corazón estremecido

    La mirada enturbiada,
    huellas crispantes en las manos...
    es que dejó sembrada
    la muerte, en...

  • Mi padre, apenas
    en la mañana pajarina, pone
    sus setentiocho años, sus setentiocho
    ramos de invierno a solear.
    El cementerio de Santiago, untado
    en alegre año nuevo, está a la vista.
    Cuántas veces sus pasos cortaron hacia él,
    y tornaron de algún entierro humilde.

    Hoy hace mucho tiempo que mi padre no sale
    Una broma de niños se desbanda....

  • A ti, con quien comparto la locura
    de un arte firme, diáfano y risueño;
    a ti, poeta hermano que eres cura
    de la noble parroquia del Ensueño;
    va la canción de mi amoroso mal,
    este poema de vetustas cosas
    y viejas ilusiones milagrosas,
    a pedirte la gracia bautismal.

    Te lo dedico
    porque eres para mí dos veces rico;
    por tus ilustres...