En province, dans la largueur matutinale
G. RODENBACK
Dulzuras maternales de la hora matutina...
bajo cielos que evocan los caprichos de Goya,
mueven los frescos árboles su ropa esmeraldina
que el sol de primavera fastuosamente enjoya...
Suenan voces de niños... cristales de agua clara...
trina el mirlo... en la calle, cruje la diligencia...
En esta hora parece que del azul bajara
una sedosa lluvia de paz y de inocencia...