• ¡Toma este beso en tu frente!
    Y, ahora despidiéndome de ti,
    Así mucho tengo que confesar—
    No está equivocado, quien estima
    Que mis días han sido un sueño;
    Aún si la esperanza se ha volado
    En una noche, o en un día,
    En una visión, o en ninguna,
    ¿Es por eso menor la ida?
    Todo lo que vemos o parecemos
    Es solo un sueño dentro de un sueño...

  • COMO rosada luz
    De matutino albor
    Que la extensión azul
    De súbito alumbró;
    Como el primer olor
    Del cándido jazmín,
    Así en mi corazón
    Siento el influjo de tu dulce .

    Como tras largo afán,
    Perdido en la extensión
    De proceloso mar,
    Sin rumbo ni timón,
    El náutico al fin cree

    La tierra descubrir,
    ...

  • Un acorde en menor, encogido y lastimero, para resumir todos los dolores humanos e inertes.

    Sauces, magdalenas, lluvias, nubes desflecadas, payasos tétricos, contorsionistas de este valle de lágrimas. Todo lo que cae, lo que declina, lo que concluye.

    Dolores humanos e inertes resumidos por un acorde en menor, encogido, como un caballo destripado, por asta vencedora y que se...

  • Mi corazón, como un pájaro, voltigeaba gozoso
    Y planeaba libremente alrededor de las jarcias;
    El navío rolaba bajo un cielo sin nubes,
    Cual un ángel embriagado de un sol radiante.

    ¿Qué isla es ésta, triste y negra? —Es Citerea,
    Nos dicen, país celebrado en las canciones,
    El dorado banal de todos los galanes en el pasado.
    Mirad, después de todo, no es...

  • Una noche que estaba junto a una horrible judía,
    Como a la vera de un cadáver, un cadáver tendido,
    Me dediqué a pensar, cerca de aquel cuerpo vendido,
    En la triste belleza de la que mi deseo se priva.

    Me representé su majestad nativa,
    Su mirada de vigor y de gracias armada,
    Sus cabellos que le forman un casco perfumado,
    Y cuyo recuerdo para el amor me...

  • ¡Oh! ¡cuán triste se queja el alma mía!
    Si la mañana hermosa
    con su rosado velo,
    con plácida armonía
    me saluda al subir al alto cielo,
    por mi amante deliro
    y saluda a la aurora mi suspiro.

    Si la tarde apacible
    con su franjado cielo bonancible
    risueña me corona,
    y si arrulla mi frente
    con deleitoso y perfumado ambiente,
    ...

  • Recuerdas el objeto que vimos, mi alma,
    Aquella hermosa mañana de estío tan apacible;
    A la vuelta de un sendero, una carroña infame
    Sobre un lecho sembrado de guijarros,

    Las piernas al aire, como una hembra lúbrica,
    Ardiente y exudando los venenos,
    Abría de una manera despreocupada y cínica
    Su vientre lleno de exhalaciones.

    El sol dardeaba...

  • Te escribo, aunque ya sé que ninguna mujer
    debe escribir;
    lo hago, para que lejos en mi alma puedas leer
    cómo al partir.

    No he de trazar un signo que en ti mejor grabado
    no exista ya.
    De quien se ama, el vocablo cien veces pronunciado
    nuevo será.

    La dicha sea contigo; yo sólo he de esperar,
    y aunque distante,
    yo me siento ir a ti...

  • En Jaén, donde resido,
    vive don Lope de Sosa
    y diréte, Inés, la cosa
    más brava de él que has oído.

    Tenía este caballero
    un criado portugués...
    Pero cenemos, Inés
    si te parece primero.

    La mesa tenemos puesta,
    lo que se ha de cenar junto,
    las tazas del vino a punto:
    falta comenzar la fiesta.

    Rebana pan. Bueno está.
    ...

  • "En la noche del día de mi santo"
    (a Londres me escribiste)
    "mira la estrella que miramos tanto
    la noche que partiste."

    Pasó la noche de aquel día, y luego
    me escribiste exaltada:
    "Uní en la estrella a tu mirar de fuego
    mi amorosa mirada."

    Mas todo fue ilusión; la noche aquella,
    con harta pena mía,
    no...