A Enrique Fernández Ledezma.
De tu magnífico traje
Recogeré la basquiña
Cuando te llegues, o niña,
Al estribo del carruaje.
Esperando para el viaje
la tarde tiene desmayos
Y de sus últimos rayos
La luz mortecina ondea
En la lujosa librea
De los corteses lacayos.
No temas: por los senderos
Polvosos y desolados...