Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
talvez un jueves, como es hoy de otoño.
Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo...
Nació de un rayo de luna, sobre un muro blanco, y alegre va, desparramando amores.
Son las doce, hora de las apariciones.
Su dedo, fosforescente, abre en París la herida luminosa de Montmartre, y, como mariposas sorbidas por la luz, un vuelo de hetairas cae en remolino. Y como negro bordoneo de insectos, los sedientos de alcohol, de erotismo, de vicio.
Todos llevan en el...
Árboles desnudos
corren una carrera
por el rectángulo de la plaza.
En sus epilépticos esqueletos
de volcadas sombrillas
se asientan,
en bandada compacta,
los amarillos
focos luminosos.
Bancos inhospitalarios,
húmedos
expulsan de su borde
a los emigrantes soñolientos.
Oyendo fáciles arengas ciudadanas,
un...
Con planta imponderable
Cruzas el mundo y cruzas mi conciencia,
Y es tu sufrido rostro como un éxtasis
Que se dilata en una transparencia.
¡Pobrecilla sonámbula!
Pareces, en tu ruta de novicia,
Ir diciendo al azar: "No me hagáis daño;
Temo que me maltrate una caricia."
Devuelves su matiz inmaculado
Al paisaje ilusorio en que te...
¡Carne del asesino, maldita podredumbre
que pende de las horcas en fúnebres racimos
y muestra a las pupilas de ávida muchedumbre
la malévola herencia que todos recibimos...!
¡Oh, carne de los mártires, Gloria in excelsis Deo,
que de nuestro Rey Cristo son divinas cosechas!
¡Oh, labios siempre abiertos al consuelo de un Creo!
¡Divina vestidura...
Mi vida, enferma de fastidio, gusta
de irse a guarecer año por año
a la casa vetusta
de los nobles abuelos,
como a refugio en que en la paz divina
de las cosas de antaño
sólo se oye la voz de la madrina
que se repone del acceso de asma
para seguir hablando de sus muertos
y narrar, al amparo del crepúsculo,
la aparición del familiar...
Muchachas, muchachos,
a la rueda rueda
que en mi pecho tengo
toda la música de la tarde
y una alegría azul, que tiñe mis pupilas.
Muchachas, muchachos,
a la rueda rueda.
Que vuestra sea la calle
y toda la vereda.
Niña mía, si estás triste
te bajaré una estrella
y a la rueda rueda
tú jugarás con ella.
Muchachas,...
El pájaro de lujo ha mudado de estrella
Aparejad bajo la tempestad de las lágrimas
Vuestro ataúd a vela
Donde se aleja el instrumento del encanto
En las vegetaciones de los recuerdos
Las horas en torno de nosotros hacen sus viajes
Va rápido
Va rápido impulsado por los suspiros
El mar está cargado de naufragios
Y yo he alfombrado...
Por el jardín de primavera
yerra una brisa suave...
(...Era su rubia cabellera
como el ala de un ave
que fuese una quimera...)
Se han deshojado los rosales
mustios y fatigados
(...Oh sus manos liliales
cuyos dedos cansados
deshojan los males...)
* * *
Y dijeros las hadas: "Tus dorados cabellos
serán aúreo manojo del...
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