• NOCTURNO

    Ya la ciudad está dormida,
    yo solo cruzo su silencio
    y tengo miedo que despierte
    al suave roce de mis pasos lentos…

    La iglesia eleva sus dos torres
    en la oquedad honda del cielo
    y cruza el aire el pentagrama
    del poste del teléfono.

    Pide...

  • I
    En Los paisajes de Mansiche labra
    imperiales nostalgias el crepúsculo;
    y lábrase la raza en mi palabra,
    como estrella de sangre a flor de músculo.

    El campanario dobla... No hay quien abra
    la capilla... Diríase un opúsculo
    bíblico que muriera en la palabra
    de asiática emoción de este crepúsculo.

    ...

  • Todos los ojos
    estaban abiertos
    frente a la soledad
    despintada por el llanto.

    Tin
    tan,
    tin
    tan.

    Los verdes cipreses
    guardaban su alma
    arrugada por el viento,
    y las palabras como guadañas
    segaban almas de flores.

    Tin
    tan,
    tin
    tan.

    El cielo estaba marchito.
    ¡Oh tarde cautiva por las...

  • Nubes sobre el surtidor del verano
    De noche
    Todas las torres de Europa se hablan en secreto
    De pronto un ojo se abre
    El cuerno de la luna grita

    Halalí Halalí

    Las torres son clarines colgados

    AGOSTO DE 1914

    Es la vendimia de las fronteras

    Tras el horizonte algo ocurre
    En la horca de la aurora son colgadas todas las ciudades
    ...

  • Ahí yacen y esperan debajo de la tierra,
    muertos que por las noches escuchan una estrella.
    Mas, son millones los astros y en el silencio ruedan.
    Son millones los muertos y en el silencio esperan.

    Ahí yacen.
    Bajo la tierra gime, no acabada,
    endurecida en su último gesto,
    la risa confiada de los niños
    y aquel soldado, Pedro Rojas,
    vivando un...

  • Caídos sí, no muertos, ya postrados titanes,
    están los hombres de resuelto pecho
    sobre las más gloriosas sepulturas:
    las eras de las hierbas y los panes,
    el frondoso barbecho,
    las trincheras oscuras.

    Siempre serán famosas
    estas sangres cubiertas de abriles y de mayos,
    que hacen vibrar las dilatadas fosas
    con su vigor que se decide en rayos...

  • ¿Dónde estará la niña
    que en aquel lugarejo
    una noche de baile
    me habló de sus deseos
    de viajar, y me dijo
    su tedio?

    Gemía el vals por ella,
    y ella era un boceto
    lánguido: unos pendientes
    de ámbar, y un jardín
    en el pelo.

    Gemían los violines
    en el torpe quinteto...
    E ignoraba la niña
    que al quejarse de tedio...

  • Oh, primavera de las amapolas,
    Tú que floreces para bien mi casa,
    Luego que enjoyes las corolas,
    Pasa.

    Beso, la forma más voraz del fuego,
    Clava sin miedo tu endiablada espuela,
    Quema mi alma, pero luego,
    Vuela.

    Risa de oro que movible y loca
    Sueltas el alma, de las sombras, presa,
    En cuanto asomes a la boca,
    Cesa.

    ...

  • OFERTORIO

    Cuando el rojo crepúsculo en la aldea ponía
    la silenciosa nota de su melancolía,
    desde la blanca orilla iba a mirar el mar.
    Todo lo que él me dijo aún en mi alma persiste:
    –«mi padre era callado y mi madre era triste
    y la alegría nadie me la supo enseñar...

  • Muda nodriza, llave de nuestros cautiverios,
    ¿oh, Tú, que a nuestro lado vas con paso de sombra,
    Emperatriz maldita de los negros imperios,
    cuál es la talismánica palabra que te nombra?

    Punta sellada, muro donde expiran sin eco
    de la humillada tribu las interrogaciones,
    así como no turba la tos de pecho hueco
    la perenne armonía de las constelaciones...