El diamante que en fondo luminoso
Entre piedras de precios excelentes,
Si las otras se ven Astros lucientes,
Él brilla de las otras Sol hermoso.

Si le asiste el veneno riguroso,
Vibra el diamante fuerzas tan vehementes
Que impide las ponzoñas más valientes,...

En acentos lastimosos
Mi corazón se acredite,
Si en dulce amor salamandra,
En muerte quejosa Cisne.

De Anarda se queje el alma,
Que en bello rigor admite
Las espinas en sus rosas,
Las sierpes en sus jazmines.

Dueño ingrato, advierte ahora
...

En hora felice venga
A regir esta Ciudad
El fuerte, el justo, el discreto,
El siempre ilustre Don Juan.

Parabién os dan los nobles,
Parabién la plebe os da:
Que como sois para todos,
Todos os deben amar.

Las luces, y las campanas
En tanta...

En las orillas del Tajo,
Donde un jardín se compone,
Siendo espejo los cristales,
Siendo vestido las flores;

Desdenes padece Tirse
Tirse, que es en glorias dobles,
Bello agravio de Narciso,
Galán desprecio de Adonis.

Siempre escollo en sus...

En un pedernal Anarda
El fuego solicitó,
¿Cómo pide al pedernal
Lo que pudiera a mi amor?

De la piedra saca el fuego:
Que es costumbre del ardor
Sacar fuego una belleza
Cuando es piedra un corazón.

La piedra hiriendo, y las almas,
Las...

En un penoso lecho
Enfermo vive el pecho;
Los pulsos alterados
Son los varios cuidados,
La cura es la beldad, que amante veo,
La dolencia el Amor, fiebre el deseo.

Es mi llama dichosa
Como purpúrea rosa;
Es planta la firmeza
De amorosa terneza;
Por dulce, no por grave
Es el suspiro Céfiro suave;
Y cuando más se adora,
Es mi amor jardinero, Anarda Flora.

Ese coral venturoso,
Que para aseos de un lazo
Pudo llegar a tu brazo,
Siendo por necio dichoso;
¡Oh cómo brilla glorioso,
Abonando su fineza,
Con tu divina belleza!
Pues ya debe su valor
A tu boca la color,
A tu pecho la dureza.

La vista de tus ojos brilladores
El alma, Anarda esquiva, considera
Del fuego abrasador mejor esfera,
Dos hermosos epítomes de ardores.

Tu corazón, Anarda, en los rigores,
Que a un pecho amante esquivamente altera,
Todo hielo en desdenes se pondera,
...

Llorando el bello Adonis Citerea
Entre el muerto coral, que llora tanto,
El prado reverdece con el llanto,
El prado con la sangre purpurea.

Admira en su dolor la luz Febea,
Si no la encubre el tenebroso manto,
Pues vino al día con funesto espanto
De la...