te vi en misa rezar con santa calma,
y dije para mí:-¡Del mal el menos:
da el cuerpo al diablo, pero a Dios el alma!
LAS CAMPANAS
Yo las amo, yo las oigo,
Cual oigo el rumor del viento,
El murmurar de la fuente
O el balido del cordero.
Como los pájaros, ellas,
Tan pronto asoma en los cielos
El primer rayo del alba,
Le saludan con sus ecos....
LAS CANCIONES QUE OYÓ LA NIÑA
UNA
Tras de los limpios cristales
Se agitaba la blanca cortina,
Y adiviné que tu aliento
Perfumado la movía.
...
¡Si yo pudiera recordarlas todas!
¡Vi tantas en mi vida!...
Cuando era pequeño
frente a mi casa "desuñían".
Ramazones de sauces o sarandíes
les tapaban las bocas.
Venían de las huertas, cargadas de sandias.
¡Qué bien evoco ahora la avidez de nosotros!
Hundíamos la boca en las medias lunas
negras y rojas
de las tajadas de carne y...
I
Junto a los ríos de Babel sentadas,
fijos los tristes ojos en el cielo,
al acordarse de, su patrio suelo,
lloraban las cautivas de Israel;
y al ver volar en el azul espacio
las aves de la tarde plañideras,
«id, les decían, dulces mensajeras,
»y llevad nuestros votos a Salen:
»saludad por nosotras esos campos
»donde natura...
Las cañas de Sanlúcar
me gustan a mí
porque me quitan las penas.
Échame un ferrocarril.
Manzanilla en el barco
jugo de la tierra,
que van mareando.
En Jerez de la Frontera,
tormentas de vino blanco.
Para Narcisos, tu calle,
donde al que pasa le dicen:...
En las ciudades
Hablan
Hablan
Pero nadie dice nada
La tierra desnuda aún rueda
Y hasta las piedras gritan
Soldados vestidos de nubes azules
El cielo envejece entre las manos
Y la canción en la trinchera
Los trenes se alejan por sobre cuerdas paralelas
Lloran en todas las estaciones
El primer muerto ha sido un...
Ya la provincia toda
reconcentra a sus sanas hijas de las caducas
avenidas, y Rut y Rebeca proclaman
la novedad campestre de sus nucas.
Las pobres desterradas
de Morelia y Toluca, de Durango y San Luis,
aroman la Metrópoli como granos de anís.
La parvada maltrecha
de alondras, cae aquí con el esfuerzo
fragante de las gotas de un arbusto...
Huérfana como el águila del cielo,
errante como el céfiro del alba,
triste como el destierro del proscrito,
sola como la flor de la montaña,
como el lucero
de la mañana,
así vivió tu alma sin mi alma,
así vivió mi alma sin tu alma!
Como el cuerpo y la sombra de su cuerpo
como el mar y la onda de sus aguas,
como el canto y el...