• A don Fernando Velarde

     

     ¿Cómo cantar, cuando llorosa gime,
     sin esperanza y sin amor, el alma;
     y por doquiera, con horror, la oprime
     de los sepulcros la siniestra calma?
     

     ¿Cuando de los espíritus el vuelo
     ata doliente, universal marasmo;
     y, con sus alas...

  • DESOLATRIX

    Umana cosa piciol tempo dura.
    LEOPARDI.

    Un álbum... Una dama que entre los folios...

  • La vida es como un trompo, compañeros.
    La vida gira como todo gira,
    y tiene colores como los del cielo.
    La vida es un juguete, compañeros.

    A trabajar jugamos muchos años,
    a estar tristes o alegres, mucho tiempo.
    La vida es lo poco y lo mucho que tenemos;
    la moneda del pobre, compañeros.

    A gastarla jugamos muchos años
    entre risas, trabajos...

  • CENTURIÓN
    ¡Ah! Grullo si en este suelo
    su voz auyenta el quebranto,
    ¿es de calandria su canto
    o es de algún ángel del cielo!

    LUCIANO
    Yo sea tan engañador
    y alabe mi fiero acento,
    siempre se pierde en el viento
    la voz de un triste cantor.

    CENTURIÓN
    Vámonos pues aparceros
    que el tiro ha sido largaso,
    porque siguiendo...

  • LA DESPEDIDA

    «María, amada mía,
    mi afán, mi dicha, mi ilusión, mi encanto,
    su triste adiós el corazón te envía
    y en copioso raudal corre mi llanto.
    Cuando en tu pueblo estuve el otro día,
    inocente, ignoraba
    lo que al volver a casa me esperaba.
    A mi papá...

  • Tristes los ojos, pálido el semblante,
    de opaca luz al resplandor incierto,
    una joven con paso vacilante
    su sombra traza en el salón incierto.

    Se sienta al piano: su mirada grave
    fija en el lago de marfil que un día
    aguardó el beso de su mano suave
    para rizarse en olas de armonía.

    Agitada, febril, con insistencia
    evoca al borde del...

  • Adiós, madre, adiós, esposa,
    hijos de mi vida, adiós;
    ¿Os volveré a ver? Lo sabe
    tan solamente el Señor.
    El corazón se me arranca,
    y sin vida y alma estoy,
    no por mí, más por vosotros,
    prendas de mi corazón.
    Mal haya la odiosa leva
    que, al blanco ilustre color
    respetando, prende solo
    a la triste sucesión
    de la gran gente...

  • Era la noche: en la mitad del cielo
    Su luz rayaba la argentada luna,
    Y otra luz más amable destellaba
    De sus llorosos ojos la hermosura.

    Allí en la triste soledad se hallaron
    Su amante y ella con mortal angustia,
    Y su voz en amarga despedida
    Por vez postrera la infeliz escucha.

    »Determinado está; sí, mi sentencia
    ...

  • Prolóngase tu doncellez
    como una vacua intriga de ajedrez.

    Torneada como una reina
    de cedro, ningún jaque te despierta.

    Mis peones tantálicos
    al rondarte a deshora,
    fracasan en sus ímpetus vandálicos.

    La lámpara sonroja tu balcón;
    despilfarras el tiempo y la emoción.

    Yo despilfarro, en una absurda espera,
    fantasía y hoguera.

    ...