• Nunca mayor quietud se vio en la muerte;
    ni frío más glacial que el de esa mano
    que tú alargaste al expirar en vano!
    y que cayó en las sábanas, inerte!

    ¡Ah… yo no estaba allí! Mi aciaga suerte,
    no quiso que en el trance soberano,
    cuando tú entrabas en el hondo arcano,
    yo pudiera estrecharte… y retenerte!

    Al llegar, me atrajeron tus despojos;...

  • Luna! Corona de una testa inmensa,
    que te vas deshojando en sombras gualdas!
    Roja corona de un Jesús que piensa
    trágicamente dulce de esmeraldas!

    Luna! Alocado corazón celeste
    ¿por qué bogas así, dentro de copa
    llena de vino azul, hacia el oeste,
    cual derrotada y dolorida popa?

    Luna! Y a fuerza de volar en vano,
    te holocaustas en ópalos...

  • Pureza amada, que mis ojos nunca
    llegaron a gozar. Pureza absurda!

    Yo sé que estabas en la carne un día,
    cuando yo hilaba aún mi embrión de vida.

    Pureza en falda neutra de colegio;
    y leche azul dentro del trigo tierno

    a la tarde de lluvia, cuando el alma
    ha roto su puñal en retirada,

    cuando ha cuajado en no sé qué probeta...

  • Desnuda está la tierra,
    y el alma aúlla al horizonte pálido
    como loba famélica. ¿Qué buscas,
    poeta, en el ocaso?
    ¡Amargo caminar, porque el camino
    pesa en el corazón! ¡El viento helado,
    y la noche que llega, y la amargura
    de la distancia!... En el camino blanco
    algunos yertos árboles negrean;
    en los montes lejanos
    hay oro y...

  • Como horribles batracios a la atmósfera,
    suben visajes lúgubres al labio.
    Por el Sahara azul de la Substancia
    camina un verso gris, un dromedario.

    Fosforece un mohín de sueños crueles.
    Y el ciego que murió lleno de voces
    de nieve. Y madrugar, poeta, nómada,
    al crudísimo día de ser hombre.

    Las Horas van febriles, y en los ángulos
    abortan...

  • Del luto de mi noche
    mi ángel funesto
    tejió un velo pesado,
    tupido y denso
    más que las sombras
    que en los hondos abismos
    eternas moran.

    Negóme desde entonces
    el sol su brillo,
    ¡ay!, negóme la luna
    su fulgor tímido,
    y la esperanza
    no alumbró más el yermo
    de mis entrañas.

    Por eso todo, todo...

  • Hay en el gris de este lluvioso día
    cierta fiel consonancia con la pena
    que en la tristeza de mi faz morena
    insinúa parcial melancolía.

    Ni un transeúnte; ni un pájaro en la vía;
    ni un cascabel; ni una bocina suena;
    el antiguo reclamo de la cena
    rasgará la letal monotonía.

    Como diablillo de un gredoso muro,
    sobre la esfera de un reloj...

  • ¡Cuántas vivas antorchas apagadas
    en cuatro lustros de dolor apenas!
    ¡Cuántas flores fragantes deshojadas,
    del cauce de mi vida en las arenas!

    Casi todos: mis padres, mis hermanos
    y mis amigos, duermen so la tierra;
    ya no siento el contacto de sus manos!
    La sima de la tumba… los encierra!

    De sus queridas y vibrantes bocas,
    no escucho ya...

  • 13 de Diciembre de 1941 (En alución al aluvión que afecto Huaraz)
    13/12/52

    De Cojup, asoladora,
    vino la muerte traidora.

    Se vistió de gris el cielo
    esa trágica mañana;
    e impávida y soberana,
    la parca sembraba el duelo.

    De Cojup, asoladora,
    vino la muerte traidora.

    Pavor en hora temprana...
    Como viene el asesino,
    sañosa...

  • ''Je serai ton cercuil,
    aimable pestilence!''

    Noche de tenues suspiros
    platónicamente ilesos:
    vuelan bandadas de besos
    y parejas de suspiros;
    ebrios de amor los céfiros
    hinchan su leve plumón,
    y los sauces en montón
    obseden los camalotes
    como torvos hugonotes
    de una muda emigración.

    Es la divina hora azul
    en que...