• Cima. Altura. Cono tendencioso, que escapas de la tierra, hacia la coronación rala de aires eternos.

    Aspiración a lo perfecto.

    Gran tranquilo. Eterno mojón de cataclismo, cernido de nubes que lloran en tus flancos pétreos, desflocando sobre tu dureza la impotencia blanduzca de sus velámenes, esclavos del viento.

    Indiferente.

    Caótica cristalización.

    ...

  •  Aquella que nos informa,
     que aunque tres formas vistió,
     no querrá un hombre, y que no
     será de ninguna forma;
     
     pues si bien Plutón de un cuerno
     la llevó por su querida,
     de estos casados la vida
     vino a ser luego un infierno;

     con quien de amoroso empeño
     no hay quien acordarse cuente,
     y aun Endimión solamente
     se...

  • Dedicado a N.A.G.

    Loco rebelde a las duchas y a las camisas
    de fuerza que se llaman teorías y problemas,
    mi espíritu oye vagas palabras indecisas
    y, con esas palabras, suele hacer sus poemas.

    Mi corazón no es cuerdo (claro, si es de poeta),
    quintaesencia el dolor en un verso exquisito;
    como...

  • Vé do la gloria te llama,
    Y entre el rumor de la fama
     ¡Ay! acuérdate de mí.
    Cuando más grato á tu oído
    Fuere el popular ruído,
     Aun acuérdate de mí.

    Te ceñirán otros brazos,
    Anudarás nuevos lazos,
    Y del corazón pedazos
    ...

  • Apenas el billete
    recibas, Carlos, de tu amante Adela,
    incansable jinete,
    clava la aguda espuela
    a tu caballo y a mis brazos vuela.
    Siglos me son las horas,
    de tu lado distante; considera
    que, si venir demoras,
    de congoja tan fiera
    es fuerza, es fuerza que tu Adela muera.
    Que enferma estoy de muerte,
    y mi remedio el físico no...

  • Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron
    -soy de la raza mora, vieja amiga del sol-,
    que todo lo ganaron y todo lo perdieron.
    Tengo el ama de nardo del árabe español.

    Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
    en que era muy hermoso no pensar ni querer...
    Mi ideal es tenderme, sin ilusión ninguna...
    De cuando en cuando un beso y un nombre de...

  • ¡Qué dulces pasan los días
    a tu lado, Magdalena!
    quién consolará mi pena,
    ¿cuando tú no estés aquí?
    Prométeme no olvidarme
    en tierra alguna lejana,
    que yo te prometo, hermana,
    nunca olvidarme de ti.
    Si alguna vez me olvidaras,
    el dolor me mataría,
    y sin tu amor, alma mía,
    No podría vivir, no:
    En ta amor está mi vida,...

  • ¡Qué la lambió a la creciente!
    ¡De ande yesca ni tabaco!
    Tuito se jué con el saco
    Que me yevó la corriente.
    Me dormí, y un redepente
    Cuasi me tapó la olada;
    Enderecé a la ramada,
    Y cuando alcancé a montarlo,
    Ya a mi overito po'el marlo
    Le daba la marejada.

    Al perder pie perdió el tino,
    Pero lo tantié en el freno,
    Y áhi,...

  • «¿Qué es cosa y cosa, Constanza?»
    «Diréis vos, que yo no sé.»
    «Desta vez cogido os he.
    ¿No es muy buena adivinanza?»
    «Pero vos, en conclusión,
    ¿me la dais?» «Cosa es forzosa.
    Pues digo que cosa y cosa,
    Constanza, dos cosas son. »

    ...
  • (Esta poesía es en realidad una adivinanza para resolver; la solución al final de la página)

    Tomarás primeramente
    la cabeza de un marqués,
    después la de un duque, y luego
    la de tres condes también.

    Añadirás la cabeza
    o la cola de un lebrel,
    y en aritméticas cifras
    pondrás en...