• Sobre nevados riscos levantado
    Cerca del Tajo está un lugar sombrío,
    En el rigor del hielo tan templado,
    Quan fresco en la sazon del seco Estío:
    Adonde de tristeza acompañado,
    Al son del agua del corriente rio,
    Tan dulcemente Tirsi se quejaba,
    Que Los peñascos duros ablandaba.

    Mil veces de morir determinando,
    Los ojos enclavados en el...

  • A mi querido amigo Alberto Zipitría

    ¡Adiosito, flor de yuyo,
    Pero de yuyo oloroso,
    Pa que usté lo yáme suyo
    La va siguiendo un buen mozo.

    ¡Pucha, si es como culebra
    Pa ondular cuando camina!...
    La vi hacer feliz, mi china,
    Si el palito no se quiebra.

    ¿Que no contesta? ¡Mejor!
    ¿Si sabrá ya este budín
    Que a mi me gusta...

  • Es mediodía. Un parque.
    Invierno. Blancas sendas;
    simétricos montículos
    y ramas esqueléticas.
    Bajo el invernadero,
    naranjos en maceta,
    y en un tonel pintado
    de verde, la palmera.
    Un viejecillo dice,
    para su capa vieja:
    «¡El sol, esta hermosura
    de sol!...» Los niños juegan.
    El agua de la fuente
    resbala, corre...

  •  ¡Ah, por fin sola! Te dejaron
    las buenas amigas, las locas
    de siempre.
     ¡Qué alegres se fueron,
    qué risas las suyas!
     — ¡La zonza! —
    te dijeron al irse. ¡Es claro,
    parecías tan triste!...

  • Llorando, llorando,
    nochecita oscura, por aquel camino
    la andaba buscando.

    Conmigo no vengas...
    Que la suerte mía por malitos pasos,
    gitana me lleva.

    ¡Mare del Rosario,
    cómo yo guardaba el pelito suyo
    en un relicario!

    ¡Qué le voy a hacer...!
    Yo te he querío porque te he querío
    y te he olvidao...

  • ¡Cuán vasto, cuán callado, cuán desierto
    hallan mis pasos el materno hogar!
    Cada eco triste que al andar despierto
    me parece, de pena sollozar!
    Ya tu acento mi oído no recrea,
    oh madre, ni a escucharte volveré,
    instando la doméstica tarea,
    mover en torno el diligente pie.
    Cual antes, ese pie no ya impaciente,
    vendrá a buscarme, ni a esa...

  • ¡Oh soledad! ¡Oh murmurante río,
    A cuya margen espontáneos crecen
    Los árboles frondosos, que el otoño
    Despoja ya de su hojarasca verde!

    Huésped errante de la selva oscura
    Di en estas limpias aguas. ¡Cuántas veces
    Me vio la tarde, absorto en mis recuerdos,
    Contemplando su plácida corriente!

    La gran naturaleza, de mis penas
    Oyó el lamento...

  • ES un desierto erial la vida mía:
    No brotan á mis piés pintadas flores,
    Y mi laúd envía
    No del amor la tierna melodía,
    Sinó el son de mis íntimos dolores.

    Lució la aurora límpida y radiante
    Después de larga noche de aislamiento:
    Dentro del pecho amante,

    Un misterioso impulso en el instante
    Engendró delicioso sentimiento.
    ...

  • Éntrase el mar por un arroyo breve
    Que a recibillo con sediento paso
    De su roca natal se precipita,
    Y mucha sal no sólo en poco vaso,
    Mas en su ruina bebe,
    Y a su fin, cristalina mariposa
    —No alada, sino undosa—,
    En el farol de Tetis solicita.

    Muros desmantelando, pues, de arena,
    Centauro ya espumoso el océano
    —Medio mar, medio ría—...

  • Pasos de un peregrino son, errante,
    Cuantos me dictó versos dulce Musa
    En soledad confusa,
    Perdidos unos, otros inspirados.

    ¡O tú que de venablos impedido
    —Muros de abeto, almenas de diamante—,
    Bates los montes que de nieve armados
    Gigantes de cristal los teme el cielo,
    Donde el cuerno, del eco repetido,
    Fieras te expone, que — al teñido...