• Prenda sobre tu seno esta rosada rosa,
    ebria de brisa y ebria de caricia de sol;
    para que su alma entera se deshoje amorosa
    sobre la roja y virgen flor de tu corazón.

    Tu hermana Primavera cante un aria gloriosa
    ensalzando tus quince años en flor;
    y las Hadas, en coro, celebren la armoniosa
    gracia de tu mirada de luz y de fulgor.

    Que el Ideal te...

  • Luce del alba el resplandor primero,
    y ya ante el claro tocador se aliña
    Rosaura, hermosa, presumida niña
    que el día en ataviarse gasta entero;
    y, como enamorada de sí propia,
    en su beldad se ufana y se recrea,
    y en el cristal luciente que la copia
    atenta ve el peinado y la presea
    que más el blanco rostro le hermosea:
    De frente ora...

  • Entre Rossini y Mozart
    Sentencie otro la porfía
    por el primero lugar,
    no quien, cual yo, se extasía,
    en lino y otro a la par.
    Cada cual es el primero;
    y, sin sentenciar jamás,
    siempre el que escucho postrero
    es el que me gusta más,
    y aquel que entones prefiero.
    Si dignos entrambos son
    de que la dulce Cecilia
    cante su...

  • Sola, pobre y sin descanso.
    Huyendo, corriendo, y de sí misma huyendo.
    Dale un árbol.
    La sombra de un árbol;
    algo que cubra su pequeña,
    dura vida, sin descanso.

  • Enseñé, no me escucharon;
    escribí, no me leyeron;
    curé mal, no me prendieron;
    maté, no me castigaron.

    Si con morir satisfice,
    ¡Oh Muerte, quiero quejarme!
    Bien pudieras perdonarme
    por los servicios que te hice.

  • Ruiseñor te considero
    Por músico, y por veloz,
    Como Anfión emplumado,
    Como Orfeo volador.

    Requiebras siempre al Aurora,
    Que también en su pasión
    El ave sabe un requiebro,
    Corteja al ave un amor.

    Si no es, que como el Sol nace,
    Que es Príncipe brillador,
    Canoramente festejas
    El nacimiento del Sol.

    Cuando vuelas, cuando...

  • ¡Oh pobres almas nuestras
    que perdieron el nido
    y que van arrastradas
    en la falsa corriente
    del olvido!

    Y pensar que extraviamos
    la senda milagrosa
    en que se hubiera abierto
    nuestra ilusión, como perenne rosa.

    Pudieron deslizarse,
    sin sentir, nuestras vidas
    con el compás romántico
    que hay en las músicas desfallecidas...

  • Oh Señor, Dios de los ejércitos,
    eterno Padre, eterno Rey,
    por este mundo que creaste
    con la virtud de tu poder;
    porque dijiste: la luz sea,
    y a tu palabra la luz fue;
    porque coexistes con el Verbo,
    porque contigo el Verbo es
    desde los siglos de los siglos
    y sin mañana y sin ayer,
    ¡requiem aeternam dona eis, Domine,...

  • Tu incesante rumor vine escuchando
    Desde la cumbre de lejana sierra;
    Los ecos de los montes repetían
    Tu trueno en sus recónditas cavernas.
    Juzgué por ellos tu raudal, fingíme
    Tras vaporoso velo tu belleza,
    Y ya sobre tu espuma suspendido,
    Gozo en ahogar mi voz en tu bramido.
    ¡Qué mísera ficción! Quizá en mis sueños
    He recorrido tus hermosas...

  • Admiróse un portugués
    de ver que en su tierna infancia
    todos los niños en Francia
    supiesen hablar francés.

    «Arte diabólica es»
    dijo, torciendo el mostacho,
    «que para hablar en gabacho,
    un fidalgo en Portugal
    llega a viejo, y lo habla mal;
    y aquí lo parla un muchacho.»