Tu incesante rumor vine escuchando
Desde la cumbre de lejana sierra;
Los ecos de los montes repetían
Tu trueno en sus recónditas cavernas.
Juzgué por ellos tu raudal, fingíme
Tras vaporoso velo tu belleza,
Y ya sobre tu espuma suspendido,
Gozo en ahogar...
Jorge Isaacs
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Soñé vagar por bosques de palmeras
cuyos blondos plumajes, al hundir
su disco el Sol en las lejanas sierras,
cruzaban resplandores de rubí.Del terso lago se tiñó de rosa
la superficie límpida y azul,
y a sus orillas garzas y palomas
posábanse en los... -
El vencedor ejército la cumbre
Salvó de la montaña,
Y en el ya solitario campamento
Que de vívida luz la tarde baña,
Del negro terranova,
Compañero jovial del regimiento
Resuenan los aullidos
Por los ecos del valle repetidos.
Llora sobre la tumba... -
Y dejamos su tumba para siempre
En el jaral de la marina selva,
Sola con los mugidos de los vientos
Y el fragor de la mar en la ribera!
Aquel postrer adiós que no responden
Los mudos labios ni las manos yertas,
Ahogó mis sollozos... y la fosa
Lentamente... -
Ay! cuántas veces en las lentas horas
De la noche callada, antes que el sueño
Venga á cerrar mis párpados, recorre
Mi memoria tenaz los bellos días
De lloros y de risas infantiles
A que siguieron tan hermosos años!
Sus palabras de amor entonces oigo,
Sus... -
—No duermas,— suplicante me decía
—escúchame..., despierta—.
Cuando haciendo cojín de su regazo,
soñándome besarla, me dormía.Más tarde, ¡horror! En convulsivo abrazo
la oprimí al corazón... rígida y yerta!
En vano la besé —no sonreía;
En vano la... -
I
Con albas ropas, lívida, impalpable,
en alta noche se acercó a mi lecho:
estremecido, la esperé en los brazos;
inmóvil, sorda, me miró en silencio.Hirióme su mirada negra y fría...
sentí en la frente como helado aliento;
y las manos de mármol...