• I
    Era un niño que soñaba
    un caballo de cartón.
    Abrió los ojos el niño
    y el caballito no vio.
    Con un caballito blanco
    el niño volvió a soñar;
    y por la crin lo cogía...
    ¡Ahora no te escaparás!
    Apenas lo hubo cogido,
    el niño se despertó.
    Tenía el puño cerrado.
    ¡El caballito voló!
    Quedóse el niño muy serio...

  • Jamás pensé que Dios tuviera alguna forma.
    Absoluta su vida; y absoluta su norma.
    Ojos no tuvo nunca: mira con las estrellas.
    Manos no tuvo nunca: golpea con los mares.
    Lengua no tuvo nunca: habla con las centellas.
    Te diré, no te asombres;
    Sé que tiene parásitos: las cosas y los hombres.

  • Pasas por el abismo de mis tristezas
    como un rayo de luna sobre los mares,
    ungiendo lo infinito de mis pesares
    con el nardo y la mina de tus ternezas.

    Ya tramonta mi vida; la tuya empiezas;
    mas, salvando del tiempo los valladares,
    como un rayo de luna sobre los mares
    pasas por el abismo de mis tristezas.

    No más en la tersura de mis...

  • Mirad: el arco de la vida traza
    el iris sobre el campo que verdea.
    Buscad vuestros amores, doncellitas,
    donde brota la fuente de la piedra.
    En donde el agua ríe y sueña y pasa,
    allí el romance del amor se cuenta.
    ¿No han de mirar un día, en vuestros brazos,
    atónitos, el sol de primavera,
    ojos que vienen a la luz cerrados,
    y que al...

  • De Río a Copacabana.

    Se dispara sobre impecable asfalto, se agujerea una montaña y se redispara, en herradura, costeando océano y venteándose de marisco.

    El mar alinea paralelas blancas con calmos siseos. El cielo está siempre clavado al techo, por sus estrellas; los morros fabrican horizontes de montaña rusa...

    Y luna calavereando.


    Río de...

  • Moriré como el pájaro: cantando,
    penetrado de pluma y entereza,
    sobre la duradera claridad de las cosas.
    Cantando ha de cogerme el hoyo blando,
    tendida el alma, vuelta la cabeza
    hacia las hermosuras más hermosas.

    Una mujer que es una estepa sola
    habitada de aceros y criaturas,
    sube de espuma y atraviesa de ola
    por este municipio de...

  • Este amor, que yo alimento
    de mi propio corazón,
    no nace de inclinación,
    sino de conocimiento.

    Que amor de cosa tan bella,
    y gracia, que es infinita,
    si es elección, me acredita,
    si no acredita mi estrella.

    ¿Y qué deidad me pudiera
    inclinar a que te amara,
    que ese poder no tomara
    para sí, si le tuviera?

    Corrido, señora...

  • I

    Tú tienes, para mí, todo lo bello
    que cielo, tierra y corazón abarcan;
    la atracción estelar ¡de esas estrellas
    que atraen como tus lágrimas!;

    II

    La sinfonía sacra de los seres,
    los vientos, los bosques y las aguas,
    en el lenguaje mudo de tus ojos
    que, mirándome, hablan...

  • Pastorcita perdió sus ovejas
    ¡y quién sabe por dónde andarán!
    -No te enfades, que oyeron tus quejas
    y ellas mismas bien pronto vendrán.

    Y no vendrán solas, que traerán sus colas,
    Y ovejas y colas gran fiesta darán.
    Pastorcita se queda dormida,
    Y soñando las oye balar.

    Se despierta y las llama enseguida,
    Y engañada se tiende a llorar....

  • ¡Oh Patria idolatrada!, mi pueblo generoso,
    al fin ¡ay! te obligaron a levantar la frente
    y en un supremo grito te alzaste valerosa,
    llevando entre tus manos la enseña independientemente.

    ¡Oh Patria!, yo he sufrido contigo en tus dolores,
    tus luchas amargaron mis noches y mis días,
    de lejos he escuchado tus hórridos clamores
    enviándote mi espíritu...