• VERSOS LEÍDOS POR LA SEÑORITA AGUSTINA ANDRADE EN EL LICEO DE CONCORDIA

    Tiembla la selva y al cielo envía
    como las notas de una canción,
    nubes de aromas y de armonía,
        blandos suspiros,
        que en dulces giros
        y en ondas mágicas
    vagan del aire por la extensión!

    Valles floridos, rudas colinas,
    gradas gigantes de inmenso altar,...

  • ¿Dónde estará la niña
    que en aquel lugarejo
    una noche de baile
    me habló de sus deseos
    de viajar, y me dijo
    su tedio?

    Gemía el vals por ella,
    y ella era un boceto
    lánguido: unos pendientes
    de ámbar, y un jardín
    en el pelo.

    Gemían los violines
    en el torpe quinteto...
    E ignoraba la niña
    que al quejarse de tedio...

  • Nuestro Amo está expuesto.jpg

    Nuestro Amo está expuesto,
    Nuestro Amo está expuesto,
    anda, dile a...

  • Brote del labio lo que el pecho siente;
    Rompa su cárcel el interno fuego
    Que nutrí con amor por tantos días,
    Y devorando hasta el postrer rastrojo
    Del seco campo de mi amor perdido,
    Inflame el pensamiento
    Con nueva luz, de dichas precursora,
    Y el mundo del espíritu convierta
    En realidad radiante de hermosura.

    ¡Cuánto tiempo...

  • CHANO

    ¿Qué dice, amigo Ramón,
    qué anda haciendo por mi Pago
    en el zaino parejero?

    CONTRERAS

    Amigo, lo ando variando,
    porque tiene que correr
    con el cebruno de Hilario.

     
    CHANO

    ¡Qué me cuenta! Si es ansí
    voy a poner ocho a cuatro
    a favor de esté bagual,
    mire amigo que es caballo
    que en la rompida no más...

  • Mefistófela divina,
    miasma de fulguración,
    aromática infección
    de una fístula divina...
    ¡Fedra, Molocha, Caína,
    cómo tu filtro me supo!
    ¡A ti - ¡Santo Dios! - te cupo
    ser astro de mi desdoro;
    yo te abomino y te adoro
    y de rodillas te escupo!

    Acude a mi desventura
    con tu electrosis de té,
    en la luna de Astarté
    que...

  • Grandes bosques, me espantáis como catedrales;
    Aulláis como el órgano; y en nuestros corazones malditos,
    Estancias de eterno duelo donde vibran viejos estertores,
    Responden a los ecos de vuestros De profundis.

    ¡Yo te odio, Océano! tus saltos y tus tumultos,
    Mi espíritu en él los recobra. Esta risa amarga
    Del hombre vencido, lleno de sollozos y de insultos,...

  • Sangriento el sol corona la alta cumbre,
    y mustio, al despedirse de la tierra,
    se amortaja con sábanas de lumbre
    y expira como un dios tras de la sierra!

    La tarde entorna los cansados ojos,
    y al sucumbir, doliente y abrasada,
    cual sobre inmensos almohadones rojos,
    la cabeza reclina destrenzada.

    Y entonces Dios, enamorado de ella,
    desde...

  • Túrbase el sol, su luz se eclipsa cuanta
    medroso esparce hasta el segundo oriente.
    El viento con suspiros se levanta;
    présaga España su desdicha siente:
    y en tanta confusión, en pena tanta
    Filipo al fatal golpe está obediente:
    ¡Oh justo llanto, oh justo sentimiento!
    Tema España, el sol llore, gima el viento.

    Mas cese el sentimiento,...

  • ¡Ay! que han llegado a tan horrible punto
    mi desesperación y negro hastío,
    que parece que encierra todo junto
    del infierno el horror el pecho mío:
    envidio el sueño eterno el difunto,
    sin que se sienta el corazón con brio
    para vibrar la cortadora espada
    que en el seno me abisme de la nada.
    Noches insomnes paso, hora tras hora,
    cual la noche...