• ¿Qué es lo que guardo en estos
    momentos de tristeza?
    ¡Ay, quién tala mis bosques
    dorados y floridos!
    ¿Qué leo en el espejo
    de plata conmovida
    que la aurora me ofrece
    sobre el agua del río?
    ¿Qué gran olmo de idea
    se ha tronchado en mi bosque?
    ¿Qué lluvia de silencio
    me deja estremecido?
    Si a mi amor dejé muerto
    en la...

  •   Nietzsche, tu jerigonza parabólica
     briosa flagelaba al mundo estulto;
     de tu boca de morsa melancólica
     fluían las centellas del insulto.

      La vida es triste. Es un festín de heces.
     Torpes cerebros sucios y rastreros
     y en una apoteosis de sandeces
     las hembras necias y los hombres hueros.

      Eso dijiste, y esperaste el día
     en que...

  • Descendiente de los Shyris,
    Chaloya, padre de Nina,
    huyendo de Rumiñahui
    subió a lo alto del Pichincha.

    Al mirar columnas de humo
    y entender que Quito ardía,
    alzó sus ojos al cielo
    y postrose de rodillas.

    Chaloya, aunque de alta estirpe,
    no fue tenido en valía,
    porque a la corte enojaba
    su ardiente sed de justicia.

    ...

  • Con su veste en color de serpentina,
    reía la voluble Primavera...
    Un billón de luciérnagas de fina
    esmeralda, rayaba la pradera.

    Bajo un aire fugaz de muselina,
    todo se idealizaba, cual si fuera
    el vago panorama, la divina
    materialización de una quimera...

    En consustaciación con aquel bello
    nirvana gris de la Naturaleza,
    te...

  • Este noble deleite de sudar y esforzarme
    para luego morir, sin querer recompensa...
    Ebrio de dinamismo, no me disperso nunca.
          Mi vida es simple y lineal.
     
    He donado mis tierras; he quemado mis ropas.
    Con mi mandil de cuero, en mi gruta, en mi fragua
    martillando en el yunque, junto a una fresca fuente
          puedo a mi gusto jadear.

    ...

  • Templad mi lira, dádmela, que siento
    En mi alma estremecida y agitada
    Arder la inspiración. ¡Oh! ¡cuánto tiempo
    En tinieblas pasó, sin que mi frente
    Brillase con su luz...! Niágara undoso,
    Tu sublime terror sólo podría
    Tornarme el don divino, que ensañada
    Me robó del dolor la mano impía.

    Torrente prodigioso, calma, calla
    Tu trueno...

  • No canto hazañas de Mavorte impío,
    Canto victorias de Cupido airado,
    Cuando en la guerra atroz de mi cuidado
    Cautivó dulcemente mi albedrío.

    A pesar de envidioso desvarío
    Pretende ser mi amor eternizado
    Por divina virtud de un bello agrado,
    Que reverente adora el pecho mío.

    Si en ansia ardiente al corazón encalma
    El fuego amante de un...

  • No es tan contrario el ocio del cuidado,
    Del vicio descortés el caballero,
    Del vasallo fiel el lisonjero,
    Del discreto saber el rico estado,

    Del Monarca perfecto el rostro airado,
    Del noble corazón el odio fiero,
    Del engañoso vil el verdadero,
    La dicha alegre del hermoso agrado:

    No es tan contraria, no, la hipocresía
    De la virtud desnuda...

  • Gracias, viejo; su saludo
    Jué como linda promesa
    De que el año que áhura empieza
    No ha de ser pa mí muy rudo,
    En el pasáo soñé al ñudo
    Y esperé al santo botón,
    Coligiendo, en conclusión,
    Que pa este gáucho, en el mundo,
    Solo hubo un querer projundo:
    El de su overo rabón.
    ¡Como ésta es luz! No lo asombre,
    Porque jué erráo el...

  • NO es más pura la gota de rocío
    Sobre el pétalo casto de la flor,
    Que esa espontánea lágrima que triste
            De tus ojos brotó.
    Mas si no quieres que esa pura lágrima
    Se convierta en horrible torcedor,
    Y que taladre mi alma como un dardo,
            Enjúgala por Dios!
    En tus ojos la puso un pensamiento,
    Que de tu mente súbito brotó.
    ...