• EN donde estás? Como ave en el espacio
    Errante y solitaria en tarde negra
            Te pierdes para mí,
    Y aún te siento en mi sér, y aún algo tuyo
    Hay en cada latido de mi pecho
            Cansado de sufrir.
    ¿Es que toma otro rumbo incierto y vago
    Tu alma en la ausencia, y á horizontes nuevos
            Que nunca conocí
    Vas á buscar mi luz que aquí...

  • ¡Santa convalecencia del alma, en las campiñas,
    entre las madroñeras y el verde de las viñas!
    El corazón romántico, perfumado de olvido,
    lanza al rústico viento su rítmico latido,
    y, sonoro, revive su muerta mocedad
    en la paz milagrosa de la fresca heredad.

    Nueva y pujante sangre, sangre de adolescencia,
    retoña una vez más en la alegre inocencia...

  • Lejos estoy de ti, y, solo al lado del fuego,
    En mi mente pasa mi vida desprovista de suerte,
    Ochenta años parece que he vivido en el mundo,
    Que estoy viejo como el invierno, que tu ya estarás muerta.
    Los recuerdos caen en el alma como gotas,
    Redespertando frente a mi las pasadas pequeñeces;
    Con sus dedos el viento golpea en las ventanas,
    Se hila mi...

  • De cuando en cuando, un hálito de fuego,
    llega hasta mí y el corazón me abrasa;
    quema mi frente pensativa y pasa
    como un aroma por mis labios, luego.

    Pierde entonces mi espíritu el sosiego
    y huye de mí… los ámbitos traspasa
    y llega hasta la verja de tu casa
    donde escuché al partir… t‘último ruego!

    Aquel, «¡No me abandones!» que dijiste
    ...

  • "¡Oh! ¡La copa de oro está rota!

    ¡El espíritu ha huido para siempre!

    ¡Que suenen las campanas! Un alma

    santa flota sobre el río Estigia,

    y tú, Guy de Vere, ¿no tienes lágrimas?.

    ¡Llora ahora, o nunca más!

    ¡Mira! Encima de ésta rígida y lúgubre

    carroza, duerme tu amor!.

    ¡Lenore!

    ¡Venid! Dejad que el oficio de...

  • Madre de los juegos latinos y de las voluptuosidades griegas,
    Lesbos, en la que los besos, lánguidos o gozosos,
    Cálidos como soles, frescos como sandías,
    Constituyen el ornato de noches y días gloriosos;
    Madre de los juegos latinos y de las voluptuosidades griegas,

    Lesbos, donde los besos son como cascadas
    Que se vuelcan sin temor en los abismos insondables...

  • A Navarro Ledesma

    Rey de los hidalgos, señor de los tristes,
    que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
    coronado de áureo yelmo de ilusión;
    que nadie ha podido vencer todavía,
    por la adarga al brazo, toda fantasía,
    y la lanza en ristre, toda corazón.

    Noble peregrino de los peregrinos,
    que santificaste todos los caminos
    ...

  • I

    Jesús de Galilea
    para mí no eres Dios,
    eres sólo una idea
    de la que marcho en pos.

    II

    No me humillo ni ruego
    a tus plantas Jesús,
    llego a ti como un ciego
    que va en busca de luz.

    III

    Jesucristo eres nuestro
    más...

  • Hirió blandamente el aire
    Con su dulce voz Narcisa,
    Y él le repitió los ecos
    Por boca de las heridas.

    De los celestiales Ejes
    El rápido curso fija,
    Y en los Elementos cesa
    la discordia nunca unida.

    Al dulce imán de su voz
    Quisieran, por asistirla,
    Firmamento ser el Móvil,
    El Sol ser estrella fija.

    Tan bella,...