• HAY veces en que el mar tiñe sus olas
    Con tintas imposibles de copiar;
    Parece que la luz enamorada
            Seduce y acaricia,
    Medrosa, su imponente majestad.

    No bien anuncia oriente la alborada
    Y brota el primer lampo matinal,
    Riela en las aguas cual tupida malla
            La limpia luz del cielo
    En lineas de cobalto y de cristal.

    ...

  • Sobre el remanso azul, agudo acecha
    Desde un lánguido gajo del sauzal,
    En inminente inclinación de flecha,
    La lentitud profunda del caudal.

    Oro de sol en la corriente boya...
    Y destellando un súbito arrebol,
    Identifica el pájaro en su joya,
    Sauce verde, agua azul, y oro de sol...

  • Un tejedor tenía

    de poca edad dos niños inocentes

    con los cuales dormía,

    por ser tan corto en bienes de fortuna

    que no había más cama ni más cuna.

    Una noche de frío

    se arrimó a la parienta su pariente

    por gozar del estío,

    pues a todo casado se permite

    que cuando tenga frío se lo quite.

    Empieza la tarea,

    y tan a pecho...

  • La España de charanga y pandereta,
    cerrado y sacristía,
    devota de Frascuelo y de María,
    de espíritu burlón y de alma quieta,
    ha de tener su mármol y su día,
    su inefable mañana y su poeta.
    El vano ayer engendrará un mañana
    vacío y ¡por ventura! pasajero.
    Serán un joven lechuzo y tarambana,
    un sayón con hechuras de bolero:
    a la moda...

  • I

    En la amena floresta
    de un bosquecillo, se alza la espesura,
    do el ardor de la siesta
    se templa, do murmura
    una de humilde vena fuente pura.

    Allí, cuando subido
    el sol a la mitad del alto cielo,
    cuando más encendido
    su ancho disco sin velo
    el aire enciende y abochorna el suelo.

    Del césped en la alfombra
    suelo...

  • Mío es el mundo: como el aire libre,
    Otros trabajan porque coma yo;
    todos se ablandan si doliente pido
    Una limosna por amor de Dios.

    El palacio, la cabaña
    Son mi asilo,
    Si del ábrego el furor
    Troncha el roble en la montaña,
    O que inunda la campaña
    El torrente asolador.

    Y a la...

  • Soy el mendigo cósmico y mi inopia es la suma
    de todos los voraces ayunos pordioseros;
    mi alma y mi carne trémulas imploran a la espuma
    del mar y al simulacro azul de los luceros.

    El cuervo legendario que nutre al cenobita
    vuela por mi Tebaida sin dejarme su pan,
    otro cuervo transporta una flor inaudita,
    otro lleva en el pico a la mujer de Adán,...

  • ¡Oh, angustia de querer expresar lo inefable,
    cuando, ave prisionera, una emoción agita
    sus alas en la cárcel del verbo miserable,
    que no traduce en ritmos su dulzura infinita!

    ¡Ay, vale más el pájaro cuya garganta trina
    su amor y su dolor, que la lengua del hombre,
    cuya alma dolorosa lo infinito adivina,
    siente la Eternidad... y no sabe su nombre!...

  • El metro de doce.jpg

    El metro de doce son cuatro donceles,
    donceles latinos de rítmica tropa,
    son cuatro hijosdalgo con cuatro...

  • En todos los tiempos hubo algún amante
    (nota que solamente digo "alguno")
    que pudo ser tenido por constante;
    pero en cuanto a ser fieles,
    preciso es confesar que no hay ninguno.
    Es desconsolador, triste, aflictivo,
    mas si no se hace adrede con pinceles
    en todo el universo hallarás uno.
    Se puede aconsejar el paliativo
    de atarse...