A los trescientos años de haber nacido su inmortal don Quijote de la Mancha
I
Para irrisión de andantes caballeros,
lanzaste el tuyo, de figura triste,
tempestuoso filántropo, que embiste
doquiera que barrunta desafueros.
A su lado pusiste el...
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Octavas dedicadas a mi distinguido amigo monseñor Pedro García y Sanz
¡Viviente enigma que, a ti mismo opuesto,
con lazo que la mente desespera,
eres extraño sin igual compuesto
de cielo y lodo, de deidad y fiera!
Te desprecio tal vez y te detesto,
y...
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Yo vi, sobre la cima de los Andes,
al indio ennegrecido y medio hambriento
rodar entre las rocas y la nieve;
yo le vi maldecir su nacimiento,
cuando, al mando despótico del hombre,
doblaba su cerviz ensangrentada,
por los golpes y el peso quebrantada. ...
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ROSANIO
¿Do yace aquel pastor, cara Belisa
que a los sones de agreste caramillo
cantó con tono que pasmó a la brisa
tu gracia y hermosura?
¿Aquel que celebró tierno y sencillo
la campesina paz, cuya dulzura
los bosques y los prados dejó
de...
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Sabio jorobado, pide a la taberna,
Comadre del diablo, su teta de loba.
El vino te enciende como una linterna
Y en turris ebúrnea trueca tu joroba,
Porque de nodriza tuviste una loba
Como los gemelos de Roma la Eterna.
Sabio jorobado, tu pálida mueca...
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A ti laurel y yedra
corónente, dilecto
de Sofía, arquitecto.
Cincel, martillo y piedra
y masones te sirvan; las montañas
de Guadarrama frío
te brinden el azul de sus entrañas,
meditador de otro Escorial sombrío,
y que Felipe austero,
al...
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Hay una gruta, misteriosa y negra,
donde resbala bajo mustias frondas,
un raudal silencioso que ni alegra
ni fecunda: ¡qué amargas son sus ondas!
Con qué impudor bajo esa gruta helada
mil flores abren su aterido broche…
¡Nunca al beso de luz de la alborada!...
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Este noble poeta que ha escuchado
los ecos de la tarde y los violines
del otoño en Verlaine, y que ha cortado
las rosas de Ronsard en los jardines
de Francia, hoy, peregrino
de un ultramar de Sol, nos trae el oro
de su verbo divino.
¡Salterios del loor...
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La venta de Cidones está en la carretera
que va de Soria a Burgos. Leonarda, la ventera,
que llaman la Ruipérez, es una viejecita
que aviva el fuego donde borbolla la marmita.
Ruipérez, el ventero, un viejo diminuto
—bajo las cejas grises, dos ojos de hombre...
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Descubra ufana la pomposa tierra
las maravillas que su seno encierra:
cual mares de colores,
sus llanos muestre de verdor y flores;
sus selvas, montes de nevada frente
y las ciudades que levanta el hombre;
su variedad ostente,
y con lo rico y lo diverso...
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