Un tiempo, oh insigne espada,
en defensa del honor
y la libertad sagrada,
te esgrimió el mismo Valor
con mano jamás domada.
Desde tu primer ensayo,
fuiste por siniestra lumbre
relámpago que desmayo
dio a la opuesta muchedumbre,
y al herir...

¿Quién eres tú, lucero misterioso,
Tímido y triste entre luceros mil,
Que cuando miro tu esplendor dudoso,
Turbado siento el corazón latir?
¿Es acaso tu luz recuerdo triste
De otro antiguo perdido resplandor,
Cuando engañado como yo creíste...

¡Princesa del divino imperio azul, quién besara tus labios
luminosos!

¡Yo soy el enamorado extático que, soñando mi sueño de
amor, estoy de rodillas, con los ojos fijos en tu inefable claridad,
estrella mia que estas tan lejos!. ¡Oh, cómo ardo de celos, cómo
...

Aquí yace Estefanía,
flaca y aguda mujer,
que bien pudo aguja ser,
pues sólo un ojo tenía.

Momia, esqueleto de alambre,
en torno a sus hueso vanos
yacen también los gusanos,
porque se murieron de hambre.

Mudanza tú no conoces,
joven siempre y siempre bella;
ni en ti la más leve huella
dejan los años veloces.
Como en mi infancia la vi,
contemplo tu beldad hoy,
cuando del tiempo ya estoy
mostrando la injuria en mí,
Que de beldad tan divina
aún...

I
El sol de la ventura
no ha dado aún a mis ojos
tu imagen; mis antojos
perciben tu hermosura,
perciben en la altura
de un ángel el destello,
de un hada el rostro bello...
para llamar feliz mi triste suerte,
ángel, hada o mujer, anhelo...

Hermosísima reina del sarao,
con quien apareciera menos bella
la esposa desleal de Menelao,
como al rayo del sol la última estrella;
¡Ay! que mañana voladora nao,
mientras imprima aún su leve huella
en la blanda almohada tu mejilla,
me apartará por...

A UNA SEÑORITA QUE ES MUY ERUDITA

Señorita, yo no sé
por qué su papá de usté
le ha dado esa educación,
y le diré la razón
de no explicarme el por qué.

Comprendo que su papá,
que cifra en usté su encanto,
la eduque bien ¡claro está!
¡...

Poet: Vital Aza

LLa calle, aturdida, aullaba a mi alrededor.
Alta, delgada, de luto ,con dolor majestuoso,
Pasó una mujer a mi lado, con mano fastuosa
Alzaba y mecía lo mismo festón que dobladillo;

Ágil y noble pasó, con piernas de estatua.
Mi alma no cesaba de beber de sus...

Tú, todavía virgen esposa de la calma,
criatura nutrida de silencio y de tiempo,
narradora del bosque que nos cuentas
una florida historia más suave que estos versos.
En el foliado friso ¿qué leyenda te ronda
de dioses o mortales, o de...

Poet: John Keats