• La villana avaricia, el insaciable
    amor del mando y del poder supremo
    las bajas tierras oprimido habían;
    abrumados gemían
    los hombres bajo el cetro intolerable,
    y del dolor en el violento extremo
    los dioses invocaban,
    que sordos a sus ruegos se mostraban.
    Amor, tú consolaste
    la humanidad; tú su deshecho llanto
    piadoso le...

  • Quando alzando los ojos miro el cielo
    adornado de estrellas refulgentes,
    de luna y sol las vueltas diferentes,
    y de los orbes el constante vuelo:

    Y tornando á baxarlos, veo el suelo
    regado con los rios y las fuetnes,
    henchido de hombres, brutos y vivientes,
    que procrean su especie con anhelo:

    Al contemplar de todo la hermosura,
    y el...

  • Te engañas, mi Dorila,
    si juzgas que rendido
    de amar sin esperanza
    se verá el pecho mío;
    que no, no es tan tirano,
    cual dicen, el Dios niño,
    y sabe aun con las ansias
    dar premios exquisitos.
    Son necios los amantes
    que llaman su dominio
    cruel, y que maldicen
    sus cadenas y grillos.
    Dorila, yo te adoro;
    y el ardor en...

  • ¡Cómo se van las horas,
    y tras ellas los días,
    y los floridos años
    de nuestra frágil vida!

    La vejez luego viene,
    del amor enemiga,
    y entre fúnebres sombras
    la muerte se avecina,

    que, escuálida y temblando,
    fea, informe, amarilla,
    nos aterra, y apaga
    nuestros fuegos y dichas.

    El cuerpo se entorpece,
    los...

  • Bella Emilia, perdón; yo te lo ruego
    por tu belleza; ¡ah cielos! ¡mi osadía
    cuánta disculpa tuvo! ¿Dó se halla
    aquel que a tu hermosura indiferente
    sin amarte te mira? ¿Quién tu dulce,
    tu suave elocuencia escuchar pudo
    sin la emoción más viva? ¿Y yo cuitado,
    yo solo ¡ay triste! sentiré tus iras?
    ¿Te aplacas, bella Emilia? ¿Me perdonas?...

  • ¡O Eva soberbia, quanto bien perdiste!
    ¡Ó humilde Eva, quanto bien ganaste!
    Tú la gracia y la vida nos quitaste:
    tú la vida y la gracia nos volviste;
    la cólera de Dios tú enardeciste:
    la coléra de Dios tú la aplacaste;
    tú al hombre de su Dios le dividiste:
    tú con su Dios al hombre le juntaste;
    tú á Dios de amigo hicistes enemigos:
    tú le...

  • Si es buen pastor aquel que hasta la vida
    expone por el bien de su ganado,
    ¿quien puede al buen Jesus ser comparado,
    quando por nos á muerte se convida;
    y bebiendo del cáliz la amargura,
    repleto nos le dexa de dulzura?

  •  Así el entero día en largo, incierto
     sueño gimo; mas luego cuando aduna
     la noche las estrellas y la luna,
     frío el aire y de sombras ya cubierto,

     donde el llano es selvoso y más desierto
     lento entonces vagando, una por una,
     palpo las llagas que la vil fortuna
     y Amor y el mundo han en mi pecho abierto.

     Tal vez cansado, apoyo me da un...

  • Salud, riente Aurora,
    que entre arreboles vienes
    a abrir a un nuevo día
    las puertas del oriente,

    librando de las sombras
    con tu presencia alegre
    al mundo, que en sus grillos
    la ciega noche tiene;

    salud, hija gloriosa
    del rubio sol, perenne
    venero a los mortales
    de alivios y placeres.

    Tú de eternales rosas...

  • Rompe en oriente sus prisiones Eolo,
    Tiende sus alas, y con blando aliento
    Bate en la concha del neptúneo carro
    Lleno de Pompa.

    Siguen su rumbo los tritones, siguen
    Cándidas ninfas sus etéreos pasos
    Liras templando de cristal sonoro
    Dulces sirenas.

    Bajo sus alas el campeón ibero
    Llega a regiones peregrinas donde
    Guarda su gloria y...