• A Enrique Fernández Ledezma.

    De tu magnífico traje
    Recogeré la basquiña
    Cuando te llegues, o niña,
    Al estribo del carruaje.
    Esperando para el viaje
    la tarde tiene desmayos
    Y de sus últimos rayos
    La luz mortecina ondea
    En la lujosa librea
    De los corteses lacayos.

    No temas: por los senderos
    Polvosos y desolados...

  • Qué clima es éste de arenas movedizas y fuera de su edad
    Qué país de clamores y sombreros húmedos
    En vigilancia de horizontes
    Qué gran silencio por la tierra sin objeto
    Preferida sólo de algunas palabras
    Que ni siquiera cumplen su destino
    No es cambiar la tristeza por una ventana o una flor razonable
    Ni es un mar en vez de un recuerdo
    Es una...

  • Vientos del pueblo me llevan,
    vientos del pueblo me arrastran,
    me esparcen el corazón
    y me aventan la garganta.

    Los bueyes doblan la frente,
    impotentemente mansa,
    delante de los castigos:
    los leones la levantan
    y al mismo tiempo castigan
    con su clamorosa zarpa.

    No soy de un pueblo de bueyes,
    que soy de un pueblo que embargan...

  •  Ya la tarde libra el combate postrero,
    en las flechas de oro que lanza el ocaso,
    y se va — como un príncipe, caballero
    en el rojo corcel del Ocaso. —

     Se ahonda el misterio de las lejanías,
    misterio sombreado de tinte mortuorio,
    y el barrio se puebla...

  • A esa hora de la madrugada,
    hora en que los enfermos mueren,
    en que los cristales se enfrían,
    en que Dios nos olvida,
    a esa hora la ví.
    Una lenta lava triste, caminaba su cara.
    Mano de hueso, pie de sombra oscura,
    la boca manándole negruras,
    junto a mi cama estaba.

  • Cielo y mar
    Cielo y mar – Un barco solitario
    Cielo y mar

    Cielo y mar
    Cielo y mar – El horizonte en torno
    Cielo y mar

    Cielo y mar
    Cielo y mar – Brusco rumor de olas
    Cielo y mar

  • ¿Quién te verá, ciudad de manzanilla,
    amorosa ciudad, la ciudad más esbelta,
    que encima de una torre llevas puesto: Sevilla?

    Dolor a rienda suelta:
    la ciudad de cristal se empaña, cruje.
    Un tormentoso toro da una vuelta
    al horizonte y al silencio, y muge.

    Detrás del toro, al borde de su ruina,
    la ciudad que viviera
    bajo una cabellera de...

  • A Ernesto Noboa

    ¿Qué habrá sido de aquella morenita,
    trigo tostado al sol –que una mañana–
    me sorprendió mirando a su ventana?
    Tal vez murió, pero en mí resucita.

    Tiene en mi alma un recuerdo de hermana
    muerta. Su luz es de paz infinita.
    Yo la llamo tenaz en mi maldita
    cárcel de eterna desventura arcana.

    Y es su reflejo indeciso...

  • I
    Una tras otra van cayendo
    las hojas secas,

    Una tras otra... van fingiendo
    la vida efímera.

    II
    Una tras otra van rodando
    las hojas secas;
    Una tras otra... parodiando
    quimera, muertas

    III
    Como él paisaje, desolado,
    tienes el alma;
    una tras otra han deshojado
    tus ilusiones.

  • Cuando retornas, divina Primavera,
    solloza el alma presa en su dolor cobarde...
    Y una voz fresca y pura dice en mi oído: ¡Espera!
    Y una voz melancólica grita en mi pecho: ¡Es tarde!...

    En piélagos de duda boga mi pensamiento.
    ¿Y qué hallaré —suspira— tras la dura jornada?
    De la voz fresca y pura no percibo el acento
    y la voz melancólica grita en mi...