• Cálido estío de tus grandes ojos.
    Negras flores, en selvas encantadas,
    que abre la reina de los claros ojos,
    el alba de las manos sonrosadas.

    Lámpara astral de tus miradas puras.
    Pálida luz de sol convaleciente
    que cuida, bajo sus dos alas puras,
    un rubio serafín adolescente...

    Otoño triste de tus ojos dulces.
    Crepúsculos de seda y...

  • Pasamos juntos. El sueño
    lame nuestros pies qué dulce;
    y todo se desplaza en pálidas
    renunciaciones sin dulce.

    Pasamos juntos. Las muertas
    almas, las que, cual nosotros,
    cruzaron por el amor,
    con enfermos pasos ópalos,
    salen en sus lutos rígidos
    y se ondulan en nosotros.
    Amada, vamos al borde
    frágil de un montón de tierra....

  • Bailas: grácil y fino, sobre la alfombra,
    tu cuerpo adolescente rápido rueda;
    y el alma siente anhelos de ser tu sombra
    para morir besando tu pie de seda.

    Lo rojo de tu veste la muerte incita
    y el beso que en tus labios suspenso queda
    roba el aire oloroso que fresco agita
    tu cabello ondulante de nardo y seda...

    Mi espíritu doliente sigue los...

  • Me siento bien. Ahora
    brilla un estoico hielo
    en mí.
    Me da risa esta soga
    rubí
    que rechina en mi cuerpo.

    Soga sin fin,
    como una
    voluta
    descendente
    de
    mal...
    soga sanguínea y zurda
    formada de
    mil dagas en puntal.

    Que vaya así, trenzando
    sus rollos de crespón;
    y que ate el gato trémulo
    ...

  • Francesita adorable de los locos excesos,
    de los labios en llama y las carnes en flor,
    de las crueles caricias y los sádicos besos
    y los muslos sapientes en batallas de amor!

    Roja flor del divino paraíso vedado,
    inconstante y traidora como una ola de mar,
    que sabes hacer dulce el sabor del pecado
    y derrochas el vino del amor... sin amar.

    Las...

  • Prenda sobre tu seno esta rosada rosa,
    ebria de brisa y ebria de caricia de sol;
    para que su alma entera se deshoje amorosa
    sobre la roja y virgen flor de tu corazón.

    Tu hermana Primavera cante un aria gloriosa
    ensalzando tus quince años en flor;
    y las Hadas, en coro, celebren la armoniosa
    gracia de tu mirada de luz y de fulgor.

    Que el Ideal te...

  • Sola, pobre y sin descanso.
    Huyendo, corriendo, y de sí misma huyendo.
    Dale un árbol.
    La sombra de un árbol;
    algo que cubra su pequeña,
    dura vida, sin descanso.

  • ¡Oh pobres almas nuestras
    que perdieron el nido
    y que van arrastradas
    en la falsa corriente
    del olvido!

    Y pensar que extraviamos
    la senda milagrosa
    en que se hubiera abierto
    nuestra ilusión, como perenne rosa.

    Pudieron deslizarse,
    sin sentir, nuestras vidas
    con el compás romántico
    que hay en las músicas desfallecidas...

  • Subí, subí, subí. Ya estaba bien arriba
    Cuando sentí un murmullo. ¿Era reto, diatriba?
    Escuché: carcajadas, ironías, insultos.
    ¿Que os parezco una simia? Oh mis buenos estultos:
    ¿Sabéis de cosas bellas?
    Yo hace siglos que vivo trenza que trenza estrellas.

  • Oriente y antiguo. Poderosos trampolines del ensueño.

    ¿Oriente? Debe ser muy rico, muy cálido, voluptuoso, imponderablemente.

    ¿Antiguo? Tiene que ser histórico.

    Tal vez, por estas razones, no sea mi Salomé ni oriental ni antigua.

    Empiezo:

    Si canto, llenas mi boca
    mi alma está loca,
    luna, luna,
    luuuuuuuuuuuuna....