• Este noble deleite de sudar y esforzarme
    para luego morir, sin querer recompensa...
    Ebrio de dinamismo, no me disperso nunca.
          Mi vida es simple y lineal.
     
    He donado mis tierras; he quemado mis ropas.
    Con mi mandil de cuero, en mi gruta, en mi fragua
    martillando en el yunque, junto a una fresca fuente
          puedo a mi gusto jadear.

    ...

  • Yo tuve, en tierra adentro, una novia muy pobre:
    ojos inusitados de sulfato de cobre.
    Llamábase María; vivía en un suburbio,
    y no hubo entre nosotros ni sombra de disturbio.
    Acabamos de golpe: su domicilio estaba
    contiguo a la estación de los ferrocarriles,
    y ¿qué noviazgo puede ser duradero
    entre campanadas centrífugas y silbatos febriles?

    El...

  • No te inquietes, la vida tiene raros misterios,
    que llenan de pavor nuestras almas ingenuas;
    no te inquietes, la estrella más lejana es hermana
    del artista, que sufre el torturado enigma.

    No te angusties, aprende del árbol solitario
    a adquirir la tragedia de infinito mutismo;
    portando en tu cerebro luminosas ideas;
    refulgentes marañas, llegaras a ser...

  •  ...¿Con qué estás decidida? ¿No te detiene nada?
    ¿Ni siquiera el anuncio de este presentimiento?
    No puedes negar que eres una desamorada:
    te vas así, tranquila, sin un remordimiento!

     ¡Has sido tanto tiempo nuestra hermanita! Mira
    sino te desearemos buen...

  • Vuelto a tu casa por la madrugada,
    con un portazo descortés y frío
    dejas la noche afuera,
    y te acuestas solo con tu pensamiento.

    "Qué grande el mundo, y qué pequeño,
    qué lejos los amigos, y qué cerca".

    Y sigues solo con tu pensamiento.
    Pero para dormir no lo precisas.
    Y puesto que es así, ¿por qué no duermes?
    ¡Duerme!

  • Sobre la nieve se oye resbalar la noche.

    La canción caía de los árboles,
    y tras la niebla daban voces.

    De una mirada encendí mi cigarro.

    Cada vez que abro los labios
    inundo de nubes el vacío.
    En el puerto,
    los mástiles están llenos de nidos,
    y el viento
    gime entre las alas de los pájaros.

  • Noche de cabaret, fiebre de tango,
    noche de divino aturdimiento;
    voluptuosa embriaguez en el momento
    del beso, a la mujer bañada en fango.

    Aire de lupanar, suprema calma
    en los brazos piadosos de Afrodita,
    olvidando un instante a la maldita
    vida angustiosa, que nos roe el alma.

    Acércate a mi lado, almita buena,
    junta tus labios a los míos...

  • Al callar la orquesta, pasean veladas
    sombras femeninas bajo los ramajes,
    por cuya hojarasca se filtran heladas
    quimeras de luna, pálidos celajes.

    Hay labios que lloran arias olvidadas,
    grandes lirios fingen los ebúrneos trajes.
    Charlas y sonrisas en locas bandadas
    perfuman de seda los rudos boscajes.

    Espero que ría la luz de tu vuelta;
    y...

  • Se distraen las penas en los cuartos de hoteles
    con el heterogéneo concurso divertido
    de yanquis, sacerdotes, quincalleros infieles,
    niñas recién casadas y mozas del partido.

    Media luz... copia al huésped la desconchada luna
    en su azogue sin brillo; y flota en calendarios,
    en cortinas polvosas y catres mercenarios
    la nómada tristeza de viajes sin...

  • Engarzado en la noche el lago de tu alma,
    diríase una tela de cristal y de calma
    tramada por las grandes arañas del desvelo.

    Nata de agua lustral en vaso de alabastros;
    espejo de pureza que abrillantas los astros
    y reflejas la cima de la Vida en un cielo...
    Yo soy el cisne errante de los sangrientos rastros,
    voy manchando los lagos y remontando el...