• Miradla, así, sobre el follaje oscuro
    recortar la silueta soberana...
    ¡No parece el retoño prematuro
    de una gran raza que será mañana?

    ¡Así una raza inconmovible, sana,
    tallada a golpes sobre mármol duro,
    de las vastas campañas del futuro
    desalojará a la familia humana.

    ¡Miradla así -¡de hinojos!- en augusta
    calma imponer la desnudez que...

  • Ya brotas de la escena cual guarismo
    tornasol, y desfloras el mutismo
    con los toques undívagos de tu planta certera
    que fiera se amanera al marcar hechicera
    las multánimes giros de una sola quimera.

    Ya tus ojos entraron al combate
    como dos uvas de un goloso uvate;
    bajo tus castañuelas se rinden los destinos
    y se cuelgan de ti los sueños...

  • Por la noche la Muerte las alcobas visita
    donde dormimos nuestros apetitos bestiales y,
    buen vendimiador, los frutos escogita
    de sus vendimias eternales.

    Una vez a mí lado llegó calladamente
    y, cual si fuera un miembro próximo de la familia,
    me acarició las manos y me besó la frente;
    y yo comprendí todo...

    Y, desde esa vigilia,
    ella...

  •  Un poco paliducha y adelgazada,
    — ¡estuvo tan enferma recientemente! —
    caminando de prisa por la asoleada
    vereda, va la rubia convaleciente

     que, con rumbo a Palermo dobló hacia el Norte.
    ¡Salud, la linda rubia: cara traviesa,
    gesto de ¡viva Francia...

  • I
    Al par te implora y te mima
    en mi canto, mi tristeza:
    te solloza cada rima
    y cada estrofa te besa.

    II
    Dices que no tienen motivo mis penas,
    pues las lloro mías cuando son ajenas...
    ¡Ay!, ese es mi encanto:
    llorar por aquellos que no vierten llanto.

    III
    Como Dios me ha dado don de melodía
    en música...

  • Hambre y sed padezco: Siempre me he negado
    a satisfacerlas en los turbadores
    gozos de ciudades -flores de pecado.
    Esta hambre de amores y esta sed de ensueño
    que se satisfagan en el ignorado
    grupo de muchachas de un lugar pequeño.

    Vasos de devoción, arcas piadosas
    en que el amor jamas se contamina;
    jarras cuyas paredes olorosas
    dan al...

  •  Porque en las partituras de su garganta
    ella orquesta la risa con el lamento,
    porque encierra una musa que todo canta,
    es la polifonista del sentimiento.

     Por la prima aflautada vuelan las aves
    de las notas chispeantes y juguetonas,
    y, poblando el...

  • Dijo el hombre a la Hilandera:
    a la puerta de su casa:
    —Hilandera, estoy cansado,
    dejé la piel en las zarzas,
    tengo sangradas las manos,
    tengo sangradas las plantas,
    en cada piedra caliente
    dejé un retazo del alma,
    tengo hambre, tengo fiebre,
    tengo sed..., la vida es mala...
    y contestó la Hilandera:
    —Pasa.

    Dijo el hombre...

  • Bajo el cedro, agujas entrecruzadas; cromos y cadmios haciendo blanduras.

    Sombra.

    Ramas madres, torcidas en bifurcaciones, tendenciosas al sol denigrante e inevitable como una neurastenia.

    Olor macizo que empaña; canto de torcaza (pulsación de sonido); aliento candente del suelo, sudoroso e inerte.

    Inoculación de sueño.

    El fauno duerme; los puños engarzados...

  •   Era la Primavera cadenciosa.
     La noche prodigaba sus zafiros;
     arrullaba la fuente rumorosa
     y el viento se llevaba entre suspiros
     una lluvia de pétalos de rosa.

      Cruzaste los jardines de mi ensueño
     como una grácil y amorosa infanta;
     me destoqué del negro castoreño,
     pero al ir a besar tu egregia planta
     tus ojos se apiadaron de mi...