• Porque estoy solo a veces,
    porque sin Dios estoy, sin nada,
    ella viene y muestra su rostro y ríe
    con su risa helada.
    Viene, golpea en mis rodillas,
    huye la tierra entonces
    y todo acaba sin memoria, y nada.

    Sin embargo, con ella a mi costado
    yo amé la vida, las cosas todas;
    lo que viene y lo que va.
    Yo amé las calles donde,
    ...

  •  Tiene un rico sabor de canela
    el encanto andaluz que derrama
    ese hermoso donaire flamenco,
    que trajiste del barrio de Triana.
    — En su patio de sol, vió Sevilla
    adornarse por ti las guitarras,
    hoscos ceños de majos celosos
    y torneos de fieras navajas. —
    ...

  • Llevo los güeyes cansaos.
    Y me faltan doce leguas!...
    Si por tiempo las carculo,
    Dentran cién en la docena...

    ...Uno dice: salgo, y sale...
    Lo demás, no hay quién lo sepa!
    ...Ni que uno juese adivino...
    Llover la semana entera!...
    ... ... ... ... ... ... ... ...
    Carcular!... ¿No sé pa qué?...
    Puro vicio de hacer cuentas...
    ...

  • En la penumbra florida,
    la luna llena de enero
    da el valor de nuestra vida:
    cero.

    Por el estrellado allá,
    gris, piruetea la Luna;
    y el reloj suspira
    la una.

    Algo de nosotros mismos
    sube a buscar en el cielo
    el ilusorio consuelo
    de los azules abismos.

    Bajo el dombo de zafir,
    que hacia Dios simula un puente,
    ...

  • Marcho día y noche
    como un parque desolado.
    Marcho día y noche entre esfinges caídas de mis ojos;
    miro el cielo y su hierba que aprende a cantar;
    miro el campo herido a grandes gritos,
    y el sol en medio del viento.

    Acaricio mi sombrero lleno de luz especial;
    paso la mano sobre el lomo del viento;
    los vientos, que pasan como las semanas;
    ...

  •     Tienes esa elegancia lánguida y exquisita
    de las pálidas vírgenes que pintó Burne Jones;
    y así pasas, como una visión prerrafaelita,
    por los parques floridos de mis vagas canciones...

        Y si el cielo azulado tu mirar extasia
    cuando el poniente riega sus fantásticas flores;
    eres como esos ángeles, que alabando a María,
    se ven en los retablos de...

  • Desgranamiento de rubíes
    y crujidos de seda rosa,
    romper de gasas carmesíes
    y de púrpura temblorosa.

    Ópalos, granas y berilos
    en las ondas aurirrizadas,
    que a las rocas de duros filos
    dejan de luces consteladas.

    Sobre los riscos y peñones
    se diría que alguien hubiera
    volcado las constelaciones
    o prendido la Primavera.

    ...

  •  Porque hasta mí llegaste silenciosa,
    la ardiente exaltación de mi elocuencia
    derrotó la glacial indiferencia
    que mostrabas, altiva y desdeñosa.

     Volviste a ser la de antes. Misteriosa,
    como un rojo clavel tu confidencia
    reventó en una amable...

  • Fin

    Cuando la noche negra amenaza la Tierra
    el buho abre los ojos, la paloma los cierra;

    así suena mi júbilo su caracol sonoro
    con la fragante risa de la mañana de oro;

    y, en las anubarradas noches de duelo y llanto,
    como una alondra tímida, enmudece mi canto.

  • Adiós dijo.
    Adiós al mundo, muero...
    Salud amigos,
    y se fue cantando
    entre los trigos.

    Se fue el viajero.
    Y una más que todas
    triste espiga,
    dobló su fruto
    hacia la tierra amiga.