• La villana avaricia, el insaciable
    amor del mando y del poder supremo
    las bajas tierras oprimido habían;
    abrumados gemían
    los hombres bajo el cetro intolerable,
    y del dolor en el violento extremo
    los dioses invocaban,
    que sordos a sus ruegos se mostraban.
    Amor, tú consolaste
    la humanidad; tú su deshecho llanto
    piadoso le...

  • Mira, traidor Cupido;
    Mira, rapaz aleve
    ya que mi mal te place
    y mis tormentos quieres,
    que no temo los tiros
    de las saetas crueles
    con que en el pecho triste
    tan sin piedad me hieres.
    Y si gustas burlarte
    y atormentarme siempre;
    hiere también a Elvira
    y dos cautivos tienes.

  • I

    ¿Quieres, Cándida saber
    cuál es la niña mejor?
    Pues medita con amor
    lo que ahora vas a leer.

    La que es dócil y obediente,
    la que reza con fe ciega,
    con abandono inocente.
    la que canta, la que juega.

    La que de necias se aparta,
    la que aprende con anhelo
    cómo se borda un pañuelo,
    cómo se escribe una carta.

    La que...

  • Una vez sola, o numen de alegría,
    una vez sola endulza mis cantares,
    los de aquel que jamás pulsó su harpa
    sino al claror de antorchas funerales.

    Hoy el amor, cual amo, me avasalla,
    él me arrastra hasta el pie de sus altares,
    él mi labio desata... Dios o monstruo,
    tú enfrenas por un día mi coraje.

    A la puerta divina de tu templo
    ...

  • Sagrado Homero de la antigua Europa
    Que apuraste en tu ardor hasta las heces
    De la suprema inspiración la copa;

    Dante inmortal que con los siglos creces
    Y al rudo son de tu salvaje canto
    A las generaciones estremeces;

    Tú, que en las alas de tu genio santo
    El Cielo recorriste y el Infierno,
    Mansiones de la luz y del espanto;

    ¿Por qué la...

  • Cual voluble mariposa,
    en bellísimo jardín,
    va del clavel al jazmín
    y del jazmín a la rosa,
    así tú, bella liviana,
    con versátil proceder,
    hoy mudas tu amor de ayer
    y el de hoy mudarás mañana.
    No tanta de estrellas es
    la hueste en noches serenas,
    ni tiene la mar arenas,
    ni flores el quinto mes,
    ni muda el cielo colores...

  • Tal vez a celebrarte
    me arrastra ardiente irresistible afecto:
    mas, vanos numen y arte,
    remeda mi imperfecto,
    canto el zumbido de volante insecto.
    En corto labio humano
    mal el loor de tus grandezas cabe;
    en Sión y a ti cercano,
    el serafín te alabe;
    mas ni él loarte dignamente sabe.
    Loores y armonías
    dignas de ti no tiene lo...

  • I

    Despierta, y apercibe
    la llama toda que en tu pecho vive;
    tu esfuerzo dobla y tu valor, oh Musa,
    por que con canto más sublime y grave
    Hoy a cantar a tu Señor te atrevas:
    ¡Quién a mi labio enseña voces nuevas
    dignas de su poder, con que le alabe,
    y cantos no escuchados todavía!
    ¡Quién en su vuelo audaz venciendo al ave
    que...

  • Mi triste rostro riego
    de ardiente lloro en incesable río:
    perdona a un flaco y ciego;
    pequé: pecar es mío,
    y es tuyo perdonar, Dios blando y pío.
    Que siempre te has preciado
    más que de ser inmenso, omnipotente
    autor de lo creado,
    de perdonar clemente
    al que a tu seno torna y se arrepiente.
    No hay madre que así al niño
    único y...

  • ¿Qué aguda inteligencia,
    angélica o mortal, penetrar sabe,
    Señor, tu arcana esencia?
    ¿En cuál tan vasto pensamiento cabe
    tu infinita grandeza
    que nunca acaba, que jamás empieza?
    En el principio fuiste
    y serás en el fin: que el solo eres
    que por sí propio existe:
    sólo existen por ti los demás seres;
    y es vano ser prestado
    el que...