A ti me acojo, soledad querida,
en busca de la paz que mi alma anhela
en su ya inquieta y procelosa vida;
mi nave combatida
por la borrasca de la mar del mundo,
esquiva ya su viento furibundo,
y en busca de otro viento sosegado
dirige a ti su desgarrada...
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Tú vives, cara hermana, todavía, |
Bajo la calma del sueño,
Nada vive sino el ojo |
Un gacetillero filántropo me dice que la soledad es mala para el hombre; y en apoyo de su tesis cita, como todos los incrédulos, palabras de los padres de la Iglesia. Sé que el Demonio frecuenta gustoso los lugares áridos, y que el espíritu del asesinato y de la lubricidad se inflama... |
Único asilo en mis eternos males, |
¡Cuán vasto, cuán callado, cuán desierto |
¡Oh soledad! ¡Oh murmurante río, Huésped errante de la selva oscura |
ES un desierto erial la vida mía: Lució la aurora límpida y radiante |
Éntrase el mar por un arroyo breve ... |