¡Oh! ¡Es el pueblo! ¡Es el pueblo! Cual las olas
del hondo mar, alboratado brama;
las esplendentes glorias españolas,
su antigua prez, su independencia aclama.
Hombres, mujeres vuelan al combate;
el volcán de sus iras estalló:
sin armas van, pero en sus pechos late
un corazón colérico español.
La frente coronada de laureles,
con el botín...