¿Por qué padeces tan enormes penas?
¿Por cuál empresa tan audaz y loca
de Júpiter las iras desenfrenas,
y yaces circundado de cadenas
sobre desnuda solitaria roca?
¿A los hijos seguiste de la Tierra
que, aconsejados por la fiera Diosa,
al cielo hicieron...
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Aún me parece que en el Cielo santo
con desusada gloria
en medio de los ángeles estuve
a donde de tu canto
la constante memoria
de nuevo el alma estremecida sube:
mas di Rossini, dime
si propicio querube,
celeste amigo que tu canto inspira,
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Oh del Señor inmaculada esposa,
oh de pureza y de virtud modelo,
tú que la flor más bella y olorosa
un día fuiste del nativo suelo,
y hoy eres viva trasplantada rosa
en los floridos cármenes tel cielo;
flor que el Eterno con deleite mira
y cuyo aroma...
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Como en la soledad de su conciencia
retirado mortal habla consigo,
así mi vida sin disfraz te digo
y te muestro hasta el fondo el corazón:
y el tuyo me descubres, y engolfados
en ese blando platicar estrecho
que cual cristal nos transparenta el pecho,
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Da grima ver tanto europeo ingrato
que llega hambriento y con el pie desnudo,
y calumnia después, grosero y rudo,
al suelo que le dio pan y zapato.
Dejaron de sus patrias las riberas
donde quizá no fueron ni criados,
y vienen a las nuestras, escapados
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Tú, cuyo pecho sin cesar se afana
con desvelo tan puro y tan ardiente
por el progreso y la ventura humana,
no el lauro esperes a tu noble frente.
El premio considera que tributa
a la virtud de Arístides Atenas;
de Sócrates recuerda la cicuta
y de Colón...
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En el puro azul de cielo
de esos ojos que en mí fijas,
en las doradas sortijas
de tu finísimo pelo,
y de tu corpóreo velo
en las otras ricas galas,
hermoso niño, te igualas
con los ángeles de modo,
que para serlo del todo
solo te faltan las...
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Honra mis lares, cariñoso amigo,
y pues la lluvia tan tenaz se muestra,
ven, de la lumbre al amoroso abrigo,
a hablar conmigo de la patria nuestra.
Ven, y recuerde nuestro labio amante
su siempre puro transparente cielo
a quien no cubren el azul semblante...
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A la muerte mirándote vecino,
lleno de dolorosa simpatía,
comparo con el tuyo mi destino;
y aunque de ti doliéndome, imagino
menos triste tu suerte que la mía.
Pues consuela tu vida moribunda
la tierna prole que tu seca planta,
numerosa y bellísima,...
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Sufre, oh vate, con pecho adamantino,
y recuerda que a nadie impunemente
tener dejan el mundo y el destino
corazón grande o inspirada mente.
Y de su envidia y su furor triunfante
fue siempre el vate principal terrero:
ve errar mendigo de la Grecia al Dante,...
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