• Flotante monte de macizo acero,
    mandas, Iberia, a nuestra playa en vano,
    rival del monstruo portentoso y fiero,
    gigante emperador del océano.
    No ha de valerle su feroz grandeza,
    ni el nombre con que torpe tu arrogancia
    quiso manchar la singular proeza
    que eterna gloria mereció a Numancia.
    Y si, anhelosa de vengar tus rotas,
    los vastos senos...

  • ¡Al fin te miro, oh del divino Sancio
    cuadro sublime, ni al Tabor segundo,
    Pasmo, no de Sicilia, mas del mundo;
    donde rendido al humanal cansancio,
    se ve doblar en tierra la rodilla
    al Dios de quien espántase el profundo
    y a quien la suya el querubín humilla!
    ¡Ved al peso doblarse del madero
    al que sustenta el universo entero:
    asida o dura...

  • A Amalia

    Preguntarme te plugo, amiga mía,
    cuál es el que mi verso más alaba:
    Demócrito que todo lo reía,
    o Heráclito que todo lo lloraba.
    Parecerá contestación precisa
    en mí que peno y me querello tanto,
    y en quien, más que los labios a la risa,
    Se abren los ojos al raudal del llanto,
    El que con labio siempre gemebundo
    te...

  • Del encantado celestial palacio
    miro brillar cada anchurosa sala,
    de esmeralda, zafir, rubí y topacio
    con color vario y lumbre, que no iguala
    la luz cambiada en cada breve espacio
    de los mágicos fuegos de Bengala;
    y de una sola fina piedra es hecho
    cada diáfano muro y alto techo.
    Y paredes penetra y techos una
    extraña claridad, de otro sol...

  • Adiós, madre, adiós, esposa,
    hijos de mi vida, adiós;
    ¿Os volveré a ver? Lo sabe
    tan solamente el Señor.
    El corazón se me arranca,
    y sin vida y alma estoy,
    no por mí, más por vosotros,
    prendas de mi corazón.
    Mal haya la odiosa leva
    que, al blanco ilustre color
    respetando, prende solo
    a la triste sucesión
    de la gran gente...

  • Caelum non animum mutant qui trans mare currunt.

    HORACIO

    Vuelto a sus playas vírgenes natales,
    tras larga ausencia de vagar lejano,
    víctima eterna de secretos males,
    un mísero viajero americano,
    así el ansia implacable y encendida,
    dolor y tedio, que do quiera siente
    traslada al libro, de su errante vida
    y sus íntimas penas...

  • Alaban del universo
    todos la armonía suma
    y su orden maravilloso
    y su inefable hermosura,
    Mas tal orden y belleza
    no sólo a poner en duda,
    sino hasta a negar se atreve
    mi desvergonzada Musa.
    Dadme un Mapa que la tierra,
    Patria del hombre, dibuja:
    ved que de ella el océano
    tres cuartas partes ocupa:
    los continentes son...

  • Sólo la voz de mis gemidos suena
    madre del corazón, en la morada
    ayer no más de tu presencia llena,
    y hoy sola y taciturna y enlutada.
    Ayer no más la henchía de contento
    el son más regalado a nuestro oído
    la música divina de tu acento
    por cuatro corazones repetido.
    Ayer no más de tu ¡mansión doliente
    las estancias desiertas y calladas...

  • El cano Invierno con rigor impera
    sobre campiñas desoladas ya;
    mas de nuevo la joven Primavera
    con blandísimo cetro reinara.

    Es el Año una imagen de la vida
    desde la infancia hasta la edad senil;
    muere en tumba de hielo, y en florida
    cuna renace en el risueño Abril.

    Mas si del Año en giro sempiterno
    sucede nueva infancia a la vejez,...

  • ¡Ay! que ya el alma conoce,
    por manifiestos indicios,
    que pronto el último sueño
    dormiré en el mármol frío;
    que, aunque del sabio piadoso,
    cual tierno padre solícito,
    aún no me lo dijo el labio,
    el rostro ya me lo dijo.
    En vano tal vez procura
    hacer con engaño pío
    que dé a la dulce esperanza
    en el corazón abrigo:
    que sus...