Salvador Díaz Mirón

  • Tan abierta de brazos como de piernas,
    Tocas el harpa y ludes madera y oro.
    Dejo al mueble la plaza por el decoro,
    Y contemplo caricias a hurgarme tiernas.

    A tu ardor me figuras y subalternas
    En la intención del alma que bien exploro,
    Y en el roce del cuerpo...

  • Cautivo un gorrión estaba,
    Y de un astro se prendó;
    Y en su música decía:
    "Llegue a ti mi dulce voz."

    Por azar, o por astucia,
    El pajarillo escapó;
    Y al cielo se fue trinando
    "Alas tengo y libre soy."

    Y el ave a la rica estrella
    Pudo subir...

  • A tres leguas de un puerto bullente
    que a desbordes y grescas anima,
    y al que a un tiempo la gloria y el clima
    adornan de palmas la frente,
    hay un agrio breñal, y en la cima
    de un alcor un casucho acubado,
    que de lejos diviso a menudo,
    y rindiéndose...

  • Siempre aguijo el ingenio en la lírica;
    y él en vano al misterio se asoma
    a buscar a la flor del Deseo
    vaso digno del puro Ideal.
    ¡Quién hiciera una trova tan dulce,
    que al espíritu fuese un aroma,
    un ungüento de suaves caricias,
    con suspiros de luz...

  • Conservo de la injuria,
    no la ignominia; pero si la marca.
    ¡Sentíme sin honor, cegué de furia,
    y recogilo de sangrienta charca!

    Y hórrido amago suena...
    Así la racha en el desierto zumba,
    ¡cuando en crecientes vórtices de arena
    corre a ceñir al árabe...

  • Mientras haya en ciudad y cortijo
    gallineros que ostenten su rijo;
    y por calles, y en lúbricos tratos,
    ardentías de perros o gatos;
    y en el aire y el muro y el suelo
    moscas tiernas, a pares, en celo;
    mi librillo en palacios y chozas
    ha de ser inocente a...

  • Me hallo solo y estoy triste.
    Tu viaje -que no maldigo
    porque tú lo decidiste-,
    me hundió en la sombra. ¡Partiste,
    y la luz se fue contigo!

    ¡Somos, en este momento
    en que el afán nos consume,
    dos flores de sentimiento
    separadas por el viento...

  • Bruno el sombrero que a lucir campea
    Con alto moño y superior plumaje.
    Faz que vela su olímpico linaje
    Y que de negro el tul raya y puntea.

    Azabache tejido el noble traje;
    Y al cuello en un listón rica presea:
    Adamantino aljófar que chispea
    En dos aros...

  • El misterio nocturno era divino.
    Eudora estaba como nunca bella,
    y tenía en los ojos la centella,
    la luz de un gozo conquistado al vino.

    De alto balcón apostrofóme a tino;
    y rostro al cielo departí con ella
    tierno y audaz, como con una estrella...
    !Oh...

  • Dicen que el nauta que frecuenta el hielo
    del yermo boreal, venciendo el frío,
    recibe a veces de ignorado cielo
    una olorosa ráfaga de estío.

    ¡Qué beso el de tal hálito de paso!
    ¡Qué fruición! ¡Qué delicia! ¡Qué embeleso!
    ¡Sólo un beso de amor produce acaso...