José Tomás de Cuellar

  • NUBES flotantes, húmedos vapores,
    Viajeras incansables del espacio,
            Que vestís los colores
    Del rubí, del zafír y del topacio!
    Veros me place; el sol os ilumina
    Y le tendeis magnífica cortina.

    ¡Las nubes! silenciosas mensajeras
    De las azules...

  •  
    DE noche caen las lágrimas
    De las humanas penas,
    Y por doquiera á miles
    Humedecen la tierra.
    Pero viene la aurora
    Apacible y risueña;
    En las praderas corre
    Brisa callada y fresca,
    Y de la tierra húmeda
    Se levanta la niebla;
    ...

  • Cuando veas las pardas golondrinas
    Alegres y dispuestas á emigrar,
    No pienses que, como ellas, fugitivo
            Mi ardiente amor será.
    Cuando modulen sus alegres trinos,
    Goza de su cadencia celestial;
    Pero no pienses que mi amor es eco
            De esa ave...

  • OYE cual silva el arrecido viento,
    Llevando con sus alas,
    En su empuje violento,
    Del prado y del jardín las frescas galas.
    Mira esas hojas que en revueltos giros
    Hacia el torrente avanzan
    Con desigual rumor triste y medroso,
    Y, sin saber á donde van, se...

  • QUISO Dios y bajando conmovida
    El alma á disfrutar humana suerte,
    Vino á abrazar á la materia inerte
    En la remota inmensidad perdida.

    De ese abrazo de amor nació la vida.
    De otro abrazo de amor nace la muerte.

  • ME siento alguna vez como la nube
            De un celaje sombrío:
    Calma en redor, bajo mis piés la tierra
            Con algo que me aterra,
    En su desierto páramo vacío.
    Sobre mi frente el cielo que me llama
            Con algo que me ama
    En su infinito azul...

  • YA viene la estación de los amores,
    Ya las escarchas del invierno crudo,
    Del sol á los ardientes resplandores,
    En vaporosas formas se levantan
    É invaden la región del firmamento.
    Huye y reposa proceloso viento
    Y repliega las alas que agitaron
    Las hojas...

  • ¡QUE triste es ver la nieve
    Cubriendo montes, llanos,
    Florestas y jardines.
    Cornisas y tejados
    Con una blanca sábana
    Cual fúnebre sudario!
    ¡Qué triste es ver los árboles
    Inmóviles, escuálidos,
    Dobladas las aristas
    Con témpanos helados.
    ...

  • ¡AH! yo la vi, divina, encantadora,
    En la mitad de mi árido camino,
    Como la luz de la rosada aurora.
    Como la playa el náufrago marino.

    Hubo un tiempo en que solo recorría
    El vasto erial del fementido mundo,
    Rendido por letal melancolía,
    Lleno mi pecho...

  • ¿QUIÉN es esa mujer en cuya frente
    El sello miro de mortal tristura,
    Lánguida como el sáuce de la fuente,
    Inmóbil, cual la estátua del dolor?
    ¿Quién es esa mujer? Su cabellera
    En rizos se destiende por la espalda,
    Cual las ramas de mustia adormidera
    ...