• (EN EL CONCIERTO)
    Llueve; la tarde triste y nebulosa.
    Al beso de la lluvia fecundante
    su frente inclina la purpúrea rosa,
    como al ósculo fresco del amante
    la enamorada virgen ruborosa.
    El agua cristalina
    en las frondosas ramas centellea,
    cual joya de diamantes que campea
    en los bellos cabellos de una ondina...

  • Agosto de 1920
    (Vega de Zujaira)

    Junta tu roja boca con la mía,
    ¡Oh Estrella la gitana!
    Bajo el oro solar del mediodía
    Morderá la manzana.

    En el verde olivar de la colina
    Hay una torre mora
    Del color de tu carne campesina
    Que sabe a miel y aurora.

    Me...

  • Es una hermosa noche de verano.
    Tienen las altas casas
    abiertos los balcones
    del viejo pueblo a la anchurosa plaza.
    En el amplio rectángulo desierto,
    bancos de piedra, evónimos y acacias
    simétricos dibujan
    sus negras sombras en la arena blanca.
    En el cenit, la luna, y en la torre,
    la esfera del reloj iluminada.
    Yo en este viejo...

  • Nubes sobre el surtidor del verano
    De noche
    Todas las torres de Europa se hablan en secreto
    De pronto un ojo se abre
    El cuerno de la luna grita

    Halalí Halalí

    Las torres son clarines colgados

    AGOSTO DE 1914

    Es la vendimia de las fronteras

    Tras el horizonte algo ocurre
    En la horca de la aurora son colgadas todas las ciudades
    ...

  • Una noche de verano
    —estaba abierto el balcón
    y la puerta de mi casa—
    la muerte en mi casa entró.
    Se fue acercando a su lecho
    —ni siquiera me miró—,
    con unos dedos muy finos,
    algo muy tenue rompió.
    Silenciosa y sin mirarme,
    la muerte otra vez pasó
    delante de mí. ¿Qué has hecho?
    La muerte no respondió.
    Mi niña quedó...

  • Verano, ya me voy. Y me dan pena
    las manitas sumisas de tus tardes.
    Llegas devotamente; llegas viejo;
    y ya no encontrarás en mi alma a nadie.

    Verano! y pasarás por mis balcones
    con gran rosario de amatistas y oros,
    como un obispo triste que llegara
    de lejos a buscar y bendecir
    los rotos aros de unos muertos novios.

    Verano, ya me voy....

  • Buenos Aires. Calle Santa Fe en el 900. Diciembre. La casa abierta, respirando noche, todo apagado dentro.

    Cielo, implacablemente estrellado, cuyo azul de zafiro australiano se aleja, por obra del aturdimiento luminoso que mandan a los ojos los focos eléctricos.

    De tiempo en tiempo, coches pasan, en rectilíneos destinos.

    En la acera de enfrente, una madre aparea la...

  • Frutales
    cargados.
    Dorados
    trigales...

    Cristales
    ahumados.
    Quemados
    jarales...

    Umbría
    sequía,
    solano...

    Paleta
    completa:
    verano.

  • Velado por fulíginos elásticos de llamas,
    con galas y atavíos y aromas turbadores,
    de ignotos lares llega con áureas oriflamas,
    el príncipe verano, custodiado de amores.
    ¡Salud, príncipe indigno, laureolado de flores,
    guirnaldas y diademas os brindarán las damas,
    proyectan tus pupilas fúlgidos resplandores
    que a reina primavera revelan que la...