• Si algún galán o mozuelo
    Dijere con voz confusa
    Que es embustera mi musa,
    Que se lo cuente su abuela.

    Si el sastre más afamado,
    Cuando traza algún vestido,
    Asegura que ha cumplido
    Con la palabra que ha dado;
    Y que siempre que ha cortado,
    Para si no guardó tela,
    Que se lo cuente a tu abuela.

    Si por honrar su espadín
    Cita...

  • A media noche muchos gritos daba

    una casada, y confesión pedía

    diciendo se moría

    de un cólico cruel que la mataba.

    Llamose a un reverendo franciscano

    que era su confesor, y de antemano

    estaba prevenido

    para coquifear a su marido

    y lograr sin peligro sus placeres.

    ¡Qué no discurren frailes y mujeres!

    Luego que con la moza se...

  • Iba un guardia de corps, lector amado,

    a más de media noche, apresurado

    a su cuartel y, al revolver la esquina

    de la calle vecina,

    oyó que de una casa ceceaban

    y que, abriendo la puerta le llamaban.

    Determinó acercarse

    porque era voz de femenil persona

    la que el lance ocasiona,

    y sin dudar, a tiento,

    de uno en otro aposento...

  • Casarse una soltera recelaba

    temiendo el grave daño que causaba

    el fuerte ataque varonil primero

    hasta dejar corriente el agujero.

    La madre, que su miedo conocía,

    si a su hija algún joven la pedía

    con el honesto fin del casamiento,

    procedía con tiento,

    sin quitarle del todo la esperanza,

    hasta que en confianza

    al galán...

  • Dieron alojamiento

    a un tunante sargento

    en la casa de cierta labradora,

    viuda, joven, con humos de señora,

    cuyo genio intratable

    en breve con su huésped se hizo amable,

    habiendo reparado

    que era rollizo, sano y bien formado;

    tanto, que dijo para su capote:

    -¡ Vaya! Tendrá un bellísimo virote.

    Al tiempo que cenaron,

    ...

  •  La ciudad por el campo dejé un día
     y recorriendo vagoroso el bello
     distrito que a la vista se me ofrece
     el prado cruzo y la montaña trepo;
     llevé por la espesura de la selva
     de mi libre vagar el rumbo incierto;
     del arroyuelo el tortüoso giro
     seguí; pasé el torrente; oí el estruendo
     de la cascada; contemplé la tierra,
     y osé curioso...

  • Ojos hermosos
    de mi Dorisa:
    yo os vi al reflejo
    de luces tibias...
    ¡Noche felice,
    no te me olvidas!
    Turbado y mudo
    quedé a su vista,
    susto de muerte
    me atemoriza,
    y sólo huyendo
    pude evadirla.

    Ojos hermosos:
    yo así vivía,
    cuando amor fiero
    gimió de envidia.
    Quiso que al yugo
    la cerviz rinda,...

  • Después de un año entero
    Venus ¡ay! no te cansas de abrasarme,
    ni tú, Cupido fiero,
    con inmortal dolor de atormentarme,
    aunque en llanto sumido,
    y de pena me tengas consumido.

    El congreso sagrado
    que en Francia destruyó la tiranía
    por otros sea loado,
    y del brazo francés la valentía,
    que hiende en un instante
    ...

  • I[editar]

    Con un robusto fraile carmelita

    se confesaba un día una mocita

    diciendo: -Yo me acuso,...

  • Cubre tu cielo, Zeus,
    con un velo de nubes,
    y juega, tal muchacho
    que descabeza cardos,
    con encinas y montañas;
    pero mi tierra
    deja en paz
    y mi cabaña,
    que tú no has hecho,
    y mi hogar,
    por cuyo fuego
    me envidias.

    ¡No conozco nada más miserable bajo el sol
    que vosotros, dioses!
    Pobremente sustentáis con...