Oda a Lícoris

Después de un año entero Venus ¡ay! no te cansas de abrasarme, ni tú, Cupido fiero, con inmortal dolor de atormentarme, aunque en llanto sumido, y de pena me tengas consumido. El congreso sagrado que en Francia destruyó la tiranía por otros sea loado, y del brazo francés la valentía, que hiende en un instante del despotismo el muro de diamante. El pueblo su voz santa alza, que libertad al aire suena; el opresor se espanta, y la copa del duelo bebe llena que en crueza ceñido ya hizo apurar al pobre desvalido. ¿Quién podrá dignamente cantar los manes de Rousseau, clamando libertad a la gente, del tirano el alcázar derrocando, la soberbia humillada, y la santa virtud al trono alzada? Que yo en amor ardiendo sólo a Lícoris canto noche y día, Lícoris repitiendo por la montaña y por la selva umbría, la cítara tocando, y de mis ansias el ardor templando. Los besos amorosos que cogí de su boca regalada, más dulces, más sabrosos que la ambrósia por Hebe derramada; su blanda resistencia que grata convidaba a más licencia. Y mis glorias pasadas canto por siempre ¡ay! ya desparecidas, tan por mi mal halladas y cual tenue vapor desvanecidas. ¡Oh tiempo, cuál volaste, y en qué dolor sumido me dejaste!

Collection: 
1788

More from Poet

  • Belisa duerme: el céfiro suave agita la violeta blandamente; el arroyuelo corre mansamente, y el padre Tormes con su ruido grave teme inquietar su sueño regalado; el Sol desde el Ocaso lanza lánguidos rayos; el Amor recostado sobre el tierno regazo de Belisa, le guarda el dulce sueño. El...

  • Ayer en una fonda disputaban de la chusma que dramas escribía, cuál entre todos el peor sería; unos Moncín, Comella otros gritaban. El más malo de todos, uno dijo, es Volter traducido por Urquijo.

  • ¡Sagacidad de crítico estupenda! El que la impugnación de Urquijo lea de su obra formará cabal idea aunque una letra de español no entienda. Basta saber que escribe en castellano como su impugnador en italiano.

  • Después de un año entero Venus ¡ay! no te cansas de abrasarme, ni tú, Cupido fiero, con inmortal dolor de atormentarme, aunque en llanto sumido, y de pena me tengas consumido. El congreso sagrado que en Francia destruyó la tiranía por otros sea loado, y del brazo francés la valentía, que hiende...

  • Suena tu blanda lira, Aristo, de las Ninfas tan amada, cuando a Filis suspira, y en la grata armonía embelesada la tropa de pastores escucha los suavísimos amores. Mientras mi bronco acento dice del despotismo derrocado de su sublime asiento, y con fuertes cadenas aherrojado el llanto doloroso...