• A los pies de un devoto franciscano
    acudió un penitente, —Diga hermano,
    ¿qué oficio tiene? —Padre, sombrerero.
    —¿Y qué estado? —Soltero.
    —¿Y cual es su pecado dominante?
    —Visitar a una moza. —¿Con frecuencia?
    —Padre mío, bastante.
    —¿Cada mes? —Mucho más. —¿Cada semana?
    —Aun todavía más. —¿La cuotidiana?
    —Hago dos mil propósitos...

  • Un convento ejemplar benedictino

    a grave aflicción vino

    porque en él se soltó con ciega furia

    el demonio tenaz de la lujuria,

    de modo que en tres pies continuamente

    estaba aquel rebaño penitente.

    Al principio, callando con prudencia,

    hacía cada monje la experiencia

    de sujetar con mortificaciones

    las fuertes tentaciones.

    No...

  • A un alcalde de corte a presentarse

    fue una mujer, diciendo iba a quejarse

    de que el débito santo la mermaba

    su marido y jamás la contentaba.

    El alcalde mandó que al otro día

    ante su señoría

    los dos se presentasen en la audiencia,

    donde recibirían su sentencia;

    y, después de cenar, de sobremesa

    refirió a la alcaldesa

    la...

  • Del airado Mavorte la crueza
    ¡oh! no cantes, mi lira, ni la insana
    sed de sangre, el furor y la fiereza.

    Mas di de Venus, reina soberana
    de Pafos, el poder; di los amores
    y de las Gracias la belleza humana.

    Canta del dios vendado los loores,
    de Cupido certero las doradas
    flechas, su blanda risa, y sus favores.

    Deja...

  • Como suele en viva llama
    Pronto arder la Mariposa;
    Así la vista curiosa
    Se quema en un epigrama:
    Y si es el estilo terso,
    Claro y lleno de alusiones,
    Puedan bien cuatro renglones
    Incendiar el Universo.

  • Aquí yace Jazmín, gozque mezquino,
    que sólo al mundo vino
    para abrigarse en la caliente falda
    de madama Crisalda,
    tomar chocolatito,
    bizcochos y confites,
    el pobre animalito,
    desazonar visitas y convites,
    alzando la patita
    para orinar las capas y las medias
    con audacia maldita,
    ladrar rabiosamente
    al yente y al viniente,...

  • Bajo de este jazmín yace Armelinda,
    perrita toda blanca, toda linda,
    delicias de su ama,
    que aún hoy la llora; llórala su cama,
    la llora el suelto ovillo,
    como el arrebujado papelillo
    con que jugaba; llórala el estrado,
    y hasta el pequeño can del firmamento,
    de Erígone olvidado, muestra su sentimiento.
    Solamente la nieve se ha alegrado,...

  • Esta breve pizarra en hoyo poco
    albo esqueleto encierra,
    no de varón que armado de diamante
    en mortífera guerra
    apresuró el imperio de la muerte
    del Tajo al Orinoco,
    porque supo matar, nombre triunfante
    del tiempo y del olvido.

    Ni yace aquí, a basura reducido,
    el encanto de amor, la rosa, el oro
    que en lascivo cabello
    almas...

  • Madrid, castillo famoso
    que al rey moro alivia el miedo,
    arde en fiestas en su coso,
    por ser el natal dichoso
    de Alimenón de Toledo.

    Su bravo alcaide Aliatar,
    de la hermosa Zaida amante,
    las ordena celebrar,
    por si la puede ablandar
    el corazón de diamante.

    Pasó, vencida a sus ruegos,
    desde Aravaca a Madrid.
    Hubo...

  • De la eterna manida del lamento
    pálidos habitantes, malhadados
    reinos a do jamás cupo el contento,

    no; jamás vuestros dioses enojados
    tormentos inventaron que igualasen
    la ausencia a que me fuerzan ¡ay! los hados.

    No plugo al crudo cielo que bañasen
    de Adur las ondas mis cenizas hiertas
    y plácidos mis manes reposasen.

    ...